«Siempre es desagradable perder y estoy triste porque no he jugado mi mejor tenis, aunque sabía perfectamente que a pesar de ganar un Grand Slam hace poco, puedo perder en cualquier partido. La realidad es que la hierba tiene truco y desde la final de Wimbledon de hace un año, he jugado muchos más partidos y he pasado más horas sobre tierra batida. Te sientes como rara». Así analizó Garbiñe Muguruza ante la Prensa en Santa Ponça su juego y situación tras quedar eliminada por la belga Kirsten Flipkens (semifinalista de Wimbledon en 2013), en la primera ronda del Mallorca Open.
«En hierba, si no tienes un buen día o no juegas a tu mejor nivel, puedes perder perfectamente. El saque y el resto con golpes fundamentales. Todo va muy rápido y los primeros partidos les cuesta a todos. Además, Flipkens tiene un juego concreto, que en hierba es donde mejor se desenvuelve. Ahora me toca entrenar más todavía para llegar en mejores condiciones al siguiente torneo. Tenía la sensación de que había pasado mucho tiempo desde que jugué por última vez en hierba», continuó Garbiñe, antes de destacar: «La final de Wimbledon queda muy lejos en el recuerdo y esta es una superficie de amor y odio. Los primeros días es muy difícil adaptarse a ella. Yo me he entrenado tres días y no ha sido suficientes. He dispuesto de muchas oportunidades pero no he sabido aprovecharlas y el partido se ha ido rápido. Además el juego de Flipkens se adapta aquí a las mil maravillas». Inicialmente, Garbiñe Muguruza ya no volverá a jugar en competición hasta Wimbledon, que arranca el próximo lunes 27. Hasta entonces, la campeona de Roland Garros preparará el torneo londinense de Grand Slam: siempre sobre pistas de hierba.