De las 45 victorias que aparecen en su impecable palmarés en la Fórmula 1, Canadá fue la primera y es la última. El pasado fin de semana volvió a quedar patente que lo de Lewis Hamilton con el circuito Gilles Villeneuve de Montreal es un idilio que renueva sus votos con una tremenda regularidad. Ha ganado allí cinco veces, un logro que le sitúa entre los grandes de la historia del Mundial, ya que sólo Michael Schumacher, Ayrton Senna, Alain Prost y Graham Hill lograron algo parecido.
La relación triunfante del británico con el trazado canadiense situado en la isla artificial de Notre Dame comenzó en 2007, su año de debut con McLaren. Fue la primera victoria y la logró en su sexto gran premio. Luego sumaría dos más con los colores del equipo de Woking: en 2010 y en 2012. Después, hasta que no se marchó a Mercedes no volvió a ganar allí, algo que hizo tanto la temporada pasa como esta. Cuatro de sus triunfos en Canadá tienen un común denominador: venció desde la pole.
La excepción fue 2012, cuando cruzó el primero la meta tras partir segundo con Vettel por delante. Por el contrario, sólo dejó escapar una victoria desde la pole, la que perdió en 2008 tras una colisión con Raikkonen. Con esos cinco trofeos de Montreal, Hamilton se a une a esa terna de campeones en la que destacan dos leyendas: Senna, que ganó 6 veces en Mónaco, y Schumacher, que lo hizo en algunos circuitos 6, 7 y hasta en 8 ocasiones como en Magny-Cours (Francia).
Ni que decir tiene que Lewis es el único piloto en activo que ha alcanzado esa cifra, aunque tiene a dos acechándole en la estadística, los dos de Ferrari: Vettel se ha impuesto cuatro veces en Suzuka (Japón), Kuala Lumpur (Malaisia) y Singapur; y Raikkonen otras tantas en Spa (Bélgica). Sin embargo, Hamilton también puede llegar a la manita en Hungaroring (Hungría) y Shanghái (China). Cifras estratosféricas sólo al alcance de un tricampeón como el inglés.