Lleva ya un par de días Fernando Alonso en Bakú, un gran premio que será complicado para él porque tiene previstos muchos eventos como embajador de la carrera. Es la parte regular del asunto, pero también tiene alguna buena.
Fernando alaba el trabajo hecho en este circuito que se estrena en el Mundial: “Después de haber visto el trabajo de desarrollo llevado a cabo en Bakú según se iba acercando su finalización a lo lago de los últimos meses, queda claro que los organizadores han hecho una gran planificación y han destinado un buen número de recursos a la infraestructura del circuito y promete ser un evento muy importante en la región. Hay muchos aficionados que llevan mucho tiempo esperando con entusiasmo la llegada de esta carrera y tengo muchísimas ganas de salir a pista y correr frente a ellos, regalando un buen espectáculo a una audiencia nueva de fans a los que no habíamos llegado antes”.
Es el GP de Europa y, al igual que sucedió en Valencia, no es un trazado urban o al estilo Mónaco o Singapur: “En mi papel de embajador de Bakú, soy afortunado por haber visto ya los planos en detalle del nuevo circuito y cómo se construía durante los pasados meses. El diseño del circuito es un impresionante híbrido entre el zumbido de un circuito urbano, con sus estrechas calles y su lucha coche con coche, y una pista más tradicional, en la que se alcanzan velocidades altas y en la que hay buenas opciones de adelantar”.
Y es que al igual que se llama GP de Europa en una ciudad asiática, también se llama circuito urbano a algo que no lo parecerá en algunos momentos, aunque en otros como en la ya famosa curva ocho la pista se estrecha hasta límites insospechados. “Este circuito en una gran mezcla de ambos mundos y como el más rápido de cualquier otro trazado urbano anterior, estoy emocionado por el reto que supone y por ver qué se puede conseguir en este tipo de condiciones, donde todo es un poco una incógnita”, declara.
Fernando tiene claro cual es el punto clave del circuito: “Ya he rodado en esta pista en el simulador y hay muchas cosas que hacen que sea única, como el muro medieval cerca de los límites de un asfalto que se ha puesto recientemente, curvas en sentido contrario al de las agujas del reloj, escapatorias mínimas… Así que todo parece indicar que cuenta con todos los ingredientes necesarios para dar espectáculo y ofrecer una carrera emocionante”.
Otra cosa es hasta qué punto el McLaren puede ser competitivo. Poco optimismo esta vez recordando la carrera anterior: “El fin de semana de Canadá comenzó relativamente bien, pero en la carrera nos vimos superados por otros equipos más fuertes. Era difícil mantener calientes los neumáticos en condiciones más frías, lo que hacía que no rindieran tan bien, así que sufrimos para seguir el ritmo de los que teníamos por delante”.
Y es que esta tiene pinta de ser similar: “Bakú tiene características parecidas y, pese a tratarse de un circuito urbano, será igualmente muy exigente con las unidades de potencia y los chasis. Pero afrontaremos el fin de semana como siempre y seguiremos luchando por ir mejorando en casa sesión”. No puede ser de otra manera.