Sonreía Carlos Sainz tras una actuación con sabor a podio, once puestos de remontada en un circuito en el que se necesita motor y potencia, algo que apenas tiene su Toro Rosso. Pero el madrileño dio un recital de pilotaje, constancia y clase. Estaba feliz, no puede ser de otra manera.
“El resultado ha sido mucho mejor de lo esperado porque hemos remontado tantos puestos en una carrera sin incidentes, sin lluvia ni nada, y aún así el ritmo ha sido muy bueno, los pit-stops han sido buenos y la estrategia ha sido buena, hemos podido remontar. Me he divertido mucho porque he ido atacando toda la carrera al cien por cien, sin preocuparme por los neumáticos, ni por el consumo ni por nada”, declaró.
Y después dejó claro que los milagros no existen más allá de lo que hizo en la carrera. “Era imposible lograr algo más que esto. Lo digo pocas veces, pero más que esto era imposible. Incluso si hubiéramos salido desde donde merecíamos, novenos o undécimos, como máximo hubiéramos terminado octavos. El resultado de hoy arregla lo de ayer y el fin de semana en general”, explicó el piloto de Toro Rosso que está lanzando mensajes a Red Bull, Ferrari, Renault y todo el que quiera escuchar. O sepa.
Y ahora la próxima: “Tengo muchas ganas de ir a Bakú, ya que es un circuito nuevo. Siempre me gusta llegar a un trazado nuevo, ya que es divertido adaptarse desde los primeros libres. A ver qué tal se nos da allí”. Esperamos que bien. Mejor incluso. Si se puede…