Pocas veces, quizá alguna con Webber como esa vez que chocaron en el GP de Turquía de 2010 o cuando en Malaisia se quejó de que las ordenes de equipo no habían sido lo suficientemente fuertes. Pero en general fueron pocas veces las que se escuchó de Sebastian Vettel una palabra más alta que otra en su etapa de Red Bull. Ahora es otra cosa. Y es que desde que está en Ferrari estamos asistiendo a la versión más maleducada del piloto alemán. Sobre todo este año que aún no ha ganado una carrera y las cosas no van tan bien como él esperaba.
En los terceros libres volvió a faltar el respeto a un rival cuando se encontró delante el Renault de Palmer y le molestó en su vuelta buena. «Estúpido ese Renault, fuera de mi camino», dijo el alemán. No es la primera vez que reacciona de esta manera este año, ya vimos el encontronazo que tuvo en China con Kvyat y después en Rusia, en esa ocasión con más razón, también con el piloto ruso ahora en Toro Rosso. Y es que la presión en Ferrari no es fácil de llevar y además el tetracampeón está negociando una renovación de contrato con la Scuderia.