Apenas saludó Daniel Ricciardo en la fiesta posterior a la carrera de Barcelona. Mientras azafatas, pilotos, camareras, mecánicos y otra fauna y flora del paddock se divertía, el australiano se había quedado con su famosa sonrisa congelada para la foto y poco más. ¿Qué pasa Dan?, le preguntaron. Nada, contestó en español. ¿Mónaco? Mónaco, respondió. Y entonces sí, recuperó la sonrisa que esa vez, más que la simpática mueca que tanto gusta a las mujeres por aquí, pareció el gesto amenazante de un lobo esperando a su presa.
Es muy bueno el australiano, uno de los mejores del momento, a la altura del trío mágico compuesto por Alonso, Vettel y Hamilton. Y lo ha demostrado en Mónaco, donde con un monoplaza que tiene el mejor chasis y unos pocos tokens de mejora por parte de Renault ha logrado una pole, la primera de su carrera, que por 66 centésimas no es la mejor de la historia en este trazado. Esa la sigue teniendo ese compañero alemán al que destrozó en su año de Red Bull, un tal Sebastian Vettel en 2011 con el coche del difusor soplado, un piloto que es cuatro veces campeón del mundo, por otra parte.
Ricciardo pudo con los dos Mercedes y lo hizo en el momento oportuno, en el instante preciso, cuando había que hacerlo. Y mientras su compañero Max Verstappen saldrá último o penúltimo, está por ver, tras un choque de juventud en la Q1 contra los muros. El adolescente holandés brillaba en aquella fiesta rodeado de dos preciosas grid girls. Así es esto de la F-1. Como la vida en realidad, cada uno tiene su momento y hay que saber aprovecharlo. Si no no eres nada.
Y en ese camino está Carlos Sainz que hizo casi el máximo posible y fue el mejor del resto, séptimo (sexto tras la sanción de Raikkonen) tras Red Bull, Mercedes, Ferrari… y el Force India de Nico Hulkenberg que se coló quinto tras una gran vuelta. Pero Carlos voló, tanto que le sacó medio segundo a su compañero de equipo, Kvyat, la mayor diferencia entre colegas de box en la Q3. Otro mensaje, otra botella lanzada al mar.
En el universo donde viven las leyendas empeñadas en un proyecto imposible, con el coraje de los grandes y el talento innato e intacto de los mejores, Fernando Alonso acabó décimo (noveno en parrilla) y se metió en Q3 por segundo gran premio consecutivo. Casi cuatro décimas a su compañero Button en la Q2, después en la última fase no pudo mejorar su tiempo y partirá intentando remontar hasta donde la carrera le lleve luchando en cada vuelta, en cada curva por seguir demostrando que quizá algún día vuelva a ser su momento. Así está ahora el piloto que en este mismo día lograba su primera victoria en Mónaco vestido de azul, hace diez años, diez años ya…
PARRILLA DE SALIDA
1. Daniel Ricciardo (Aus/Red Bull TAG Heuer) 1:13.622
2. Nico Rosberg (Ale/Mercedes) 1:13.791
3. Lewis Hamilton (GBr/Mercedes) 1:13.942
4. Sebastian Vettel (Ale/Ferrari) 1:14.552
5. Nico Hulkenberg (Ale/Force India Mercedes) 1:14.726
6. Carlos Sainz (Toro Rosso Ferrari) 1:14.749
7. Sergio Pérez (Méx/Force India Mercedes) 1:14.902
8. Daniil Kvyat (Rus/Toro Rosso Ferrari) 1:15.273
9. Fernando Alonso (McLaren Honda) 1:15.363
10. Valtteri Bottas (Fin/Williams Mercedes) 1:15.273
11. Kimi Raikkonen (Fin/Ferrari) 1:14.732
12 Esteban Gutiérrez (Méx/Haas Ferrari) 1:15.293
13. Jenson Button (GBr/McLaren/Honda) 1:15.352
14. Felipe Massa (Bra/Williams Mercedes) 1’15.385
15. Romain Grosjean (Fra/Haas Ferrari) 1:15.571
16. Kevin Magnussen (Din/Renault) 1:16.058
17. Marcus Ericsson (Sue/Sauber Ferrari) 1:16.299
18. Jolyon Palmer (GBr/Renault) 1:16.586
19. Rio Haryanto (Idn/Manor/Mercedes) 1:17.295
20. Pascal Wehrlein (Ale/Manor Mercedes) 1:17.452
21. Max Verstappen (Hol/Red Bull TAG Heuer) 1:22.467
22. Felipe Nasr (Bra//Sauber Ferrari) Sin tiempo
*Sancionado con cicnco posiciones por sustituir la caja de cambios