Consiguió puntos por cuarta vez este año, incluso tuvo un mejor resultado que en el mismo escenario en 2015, pero Carlos Sainz quiere pasar página cuanto antes de un GP de Mónaco en el que pudo haber obtenido más, mucho más que en octavo, de haber ido todo rodado en boxes. Ahora llega Canadá, una nueva oportunidad de hacerlo bien en una pista con 36 de historia que siempre deja buenas carreras y que supone un reto difícil y divertido para los pilotos.
En su análisis del trazado del Gilles Villeneuve en el comunicado previo de Toro Rosso, el español señala dos factores clave para tener un buen rendimiento: acercarse todo lo posible a sus intimidantes muros y aprovechar al máximo los pianos en las chicanes. «Haciendo esto te sale el tiempo de vuelta y cuanto más te acerques al muro, más confianza muestras. Es clave pasar por los pianos porque posiciona el coche bien para tener una buena trazada. Además, luego eres más rápido en las rectas», explica.
«Podría verse como un circuito muy simple debido a que tiene el mismo tipo curvas todo el tiempo, pero cada una las chicanes tiene diferentes trucos y hay que hacer cada uno de forma distinta», analiza el madrileño antes de hablar de dos zonas únicas del Mundial: «La curva 10 es una de las más cerradas y lentas del calendario, es un punto de adelantamiento, y la salida de esta horquilla es también muy importante porque la sigue una de las rectas más rápidas. Se llega a los 340 km/h».
Para el final deja el lugar más amenazante y legendario de Montreal: el Muro de los Campeones: «Es la mejor curva del circuito. Si cometes un fallo pasando por los pianos acabas directamente contra el muro». «Con todo, este es un circuito divertido que sobre el papel puede parecer una tarea fácil, pero conducir aquí es siempre un reto y sin duda deja buenas carreras. Quiero más puntos, podemos hacerlo… ¡Así que vamos a por ellos!». El año pasado se lo resistieron y este fin de semana quiere enmendarlo.