Le diagnosticaron una inflamación en el tríceps y será revaluado este martes
El abridor de los Bravos de Atlanta, Williams Pérez, abandonó el partido de este lunes en la noche a la altura del quinto episodio con lo que fue diagnosticado preliminarmente como una inflamación del tríceps derecho.
Pérez, quien será revaluado este martes por el cuerpo de trainers, fue castigado por la toletería de los Padres de San Diego con seis carreras limpias y siete incogibles, entre ellos un jonrón de Yangervis Solarte en 4.1 entradas de labor y cargó con su segundo revés de la temporada.
Los Bravos, que colocaron recientemente al serpentinero Mike Foltynewicz en la lista de incapacitados con astillas de hueso en su codo derecho, quieren evitar poner al venezolano en la indeseable nómina.
“Esa es nuestra aspiración”, dijo el mánager interino, Brian Snitker, quien reconoció que no desean más ausencias en la rotación. “Vamos a conocer más este martes, creo que en la tarde podríamos tener un panorama más claro de lo que está ocurriendo”.
El partido estaba empatado a uno, antes que Pérez permitiera el cuadrangular de Solarte con dos outs en la parte baja del tercer episodio. El nativo bajó del morrito luego que Matt Kemp le pegara un doble con dos hombres en circulación en el quinto tramo.
“Me sentí bien”, comentó el de Acarigua a través de un traductor. “Sentí un poco de tensión en el área del tríceps-bíceps y me pareció que estaba muy cerca del hombro, esa fue la razón por la que quise hablar con los doctores y que ellos me revisasen. Vamos a llevarlo con calma y veremos que dicen mañana (martes), pero en líneas generales me siento bien”.
El jefe de trainers de los Bravos, Jeff Porter, dijo que acudió al montículo cuando vio que Pérez señaló su hombro derecho.
“Les estaba tratando de indicar donde era que sentía la inconformidad, que algo no andaba bien, pero nada más”, señaló Williams.
El venezolano aseguró que nunca había sentido algo parecido por lo que no se atreve a pronosticar un eventual grado de la lesión. Argumentó que se percató en el cuarto episodio, pero la molestia se incrementó en el quinto.“Lo sentí en el cuarto, pero tuve la sensación de que podía seguir sin problemas, hace un par de años tuve una tendinitis en el hombro que duró como quince días, pero esto es algo nuevo para mí”, enfatizó.
“Algunos pitchers tratan de ser un poco más agresivos de lo normal”, reflexionó el mánager. “Por la forma en cómo lo describe, me parece que es algo más parecido a un calambre, pero el área está inflamada y lo mejor es que lo chequeen los doctores”.
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