«Los neumáticos de la próxima temporada parecen poderosos, dan una sensación de poder, y después de la primera prueba en el túnel de viento están demostrando que los resultados pueden ser sorprendentes, y con mucha diversión espero». Palabras de Marco Tronchetti Provera, el presidente de Pirelli, a ‘Autosport’ sobre lo que espera de los neumáticos que su marca suministrará a la Fórmula 1 a partir de 2017 y que presentaron el sábado del GP de Mónaco.
Con un aumento considerable de sus dimensiones (de 245 a 305 mm en los delanteros y de 325 a 405 mm en los traseros) pretender conseguir un descenso significativo en los tiempos. No de décimas, sino de segundos: «La gente está muy involucrada y dispuesta a ofrecer el mejor rendimiento posible, y estos neumáticos pueden ofrecer un resultado increíble. Sólo para mejorar unas décimas se tienen que hacer muchas cosas, pues con estos neumáticos podemos mejorar segundos, lo que muestra su importancia».
La marca italiana ha podido desarrollar su nuevo producto gracias al acuerdo de test que logró firmar con la FIA como exigencia para su continuación en el Mundial: «Hay un flujo de información más transparente, lo que hace la vida más fácil para todo el mundo. Antes era difícil tener una visibilidad completa de todos los detalles, pero el acuerdo que hemos hecho con la FIA y la FOM ahora nos está dando lo que necesitamos, sobre todo con los test».
«Fuimos el único cliente de la F1 al que le impidieron probar. Sólo para dar una idea, con un nuevo juego de neumáticos para un coche de calle trabajamos durante dos o tres años, probamos 20 a 25 veces los neumáticos. Eso es para un coche normal, y en la F1 teníamos el máximo rendimiento, pero sin test. Ahora se vuelve a la normalidad», dice satisfecho Provera, explicando con un ilustrativo ejemplo su sufrimiento en el pasado. Ahora disfrutan de otro escenario como protagonistas de la nueva F1.