Llegó su padre Antonio, que después de la carrera no paraba de repartir abrazos, y Checo Pérez hizo su sexto podio, el tercero desde que está en Force India donde ya lleva tantos como en su mejor etapa con Sauber. El mexicano es uno de esos pilotos que cuando tienen una oportunidad la agarran como un león a su presa. Y esta vez vio la ocasión. Otra vez. “Estoy muy feliz, mi equipo ha hecho un gran trabajo con la estrategia, con las llamadas en las paradas en boxes, ha sido un día increíble para nosotros, este es mi tercer podio para el equipo y es una de mis mejores carreras de siempre en Fórmula 1, destacó.
Y es que logró un podio en el mismo circuito en el que tuvo el accidente más grave de su carrera en 2011. “Es muy especial hacer este resultado en Mónaco, sobre todo en estas condiciones de carrera porque no es nada fácil, pero lo hemos conseguido”. Y quiso tener un detalle con el jefe: “Quiero dedicar este podio a nuestro jefe Vijay Mallya, ha sido un gran apoyo en estos tiempos”.
En este tipo de carreras el equipo hace mil cábalas, pero finalmente son las sensaciones del piloto las que mandan si tienes la suficiente jerarquía: “Hemos hecho las llamadas correctas, les pedi que me pusieran ese neumático blando y salió bien. Me limité a controlar a Vettel que era más rápido que nosotros al principio, pero porque yo ahorraba neumáticos para cuando fuera necesario y eso me vino bien al final”. Bien hecho Sergio.