Llovía, clac, clac y bajo la lluvia, con ese gesto que tiene a veces de recién salido de una tumba, Ron Dennis miraba el McLaren mientras catorce mecánicos ponían el coche a punto. Y negaba con la cabeza, de manera casi imperceptible, pero lo hacía quizá también con la mente. A lo lejos llegaba su piloto de escuchar el himno de Mónaco y entonces al multimillonario inglés de 68 años se le escapó una sonrisa que fue un abrazo al final de la carrera. Siempre espera algo así de Fernando, un piloto al que le cambió la vida y en el que ahora confía para dar la vuelta a un destino de alcantarilla. Porque solo con uno de los mejores de siempre puede McLaren Honda regresar a un puesto que ahora parece un sueño.
En lluvia, en seco, con intermedios… Alonso logró un quinto puesto espectacular con un coche que podía aspirar al décimo. Así son las cosas. El español reguló, cuidó neumáticos y en la vuelta 72 logró su mejor registro personal para mantener detrás a un Mercedes, un coche que normalmente es dos segundos más rápido que el suyo. Así dejó a Nico Rosberg, el líder del Mundial, el que había ganado en esta pista en las últimas tres ocasiones. El asturiano se había puesto quinto en la vuelta 32 y así acabó 45 después, con el alemán intentando adelantarle al límite.
“Me ha golpeado en la curva seis Nico, aseguraos que la parte trasera está bien”, decía el genio astur. “Entendido, está todo bien”, le contestaban desde el box a pocas vueltas del final. Es cierto que Rosberg tenía problemas, que este es el circuito de Mónaco en el que es no es fácil adelantar, es verdad que… en fin. Pongan todas las excusas, razones e inventos posibles, pero lo cierto es que Alonso volvió a demostrar por qué razón está considerado uno de los más grandes. Porque ser quinto con ese coche está solo al alcance de un piloto de esta categoría. Porque no olvidemos que McLaren Honda no está para esa posición. Nada. Ni lo sueñen. El quinto puesto es de piloto, de estrategia quizá, pero no de coche. Es así.
Y es que en un circuito de piloto a veces aparece el talento. Quinto. Su mejor posición desde el regreso a la escudería de Woking, como en Hungría el pasado año en una carrera caótica. Esta no lo ha sido tanto. Pero un poco sí. Esto es Mónaco. Mónaco es pura Fórmula 1. Y Hamilton. Y Ricciardo, Checo… y Alonso. Siempre hay que confiar en los mejores. ¿Verdad señor Dennis?