Pacientes compraron agua para cirugías en el Cabral y Báez debido a bacteria en cisterna

SANTIAGO. Desde el pasado 31 de mayo hasta las primeras horas de esta mañana, decenas de pacientes del hospital José María Cabral y Báez y familiares de estos debieron comprar agua potable de botellones para las cirugías, debido a que el agua de la cisterna de la institución no se pudo usar por la presencia de una bacteria.

Jhonny Lama, vocero oficial de la entidad de salud pública confirmó que, ciertamente, en la cisterna principal del Cabral y Báez fue detectado un patógeno y que las autoridades inmediatamente dispusieron no usar de su agua para evitar que algún paciente se infectara.

“Pero gracias a las medidas urgentes que tomamos, puedo decirte que ya la cisterna se encuentra limpia y que ahora estamos en un compás de espera para comprobar que está libre de cualquier sustancia extraña que pueda poner en riesgo la salud de los internos o de los visitantes”, subrayó Lama al ofrecer declaraciones a Diario Libre.

Precisó que en las tuberías que reciben agua desde la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), se colocaron bay-pases, para garantizar que el líquido que se utiliza de esa fuente esté libre de contaminación o cualquier elemento extraño.

Dijo que la capacidad de la cisterna del Cabral y Báez es de 180 mil galones de agua.

El pasado 31 de mayo el doctor José A. Peguero, director adjunto y encargado de la sala de operaciones envió un oficio a todos los cirujanos de la institución, donde les informaba lo siguiente: “Todavía el agua de la cisterna tiene una pseudoma, por lo cual debe solicitársele a cada paciente que compre un botellón de agua”.

El problema en la cisterna del Cabral y Báez fue descubierto luego de que todas sus instalaciones de la primera planta resultaran inundadas a causa de torrenciales lluvias que se registraron aquí en días pasados.

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