Cerca del restaurante ‘Stars’n bars’ se forma un pequeño tumulto mientras una bella rubia camina por las baldosas con un bolso Birkin de Hermes y unas impactantes gafas de sol como si desfilara por una pasarela. A pocos metros, junto a los tornos que dan acceso al mundo del paddock, la espera su novio. Y en esos pocos minutos de paciencia nos atiende Nelsinho Piquet. Ya tiene 30 años el brasileño nacido en Alemania, pero sigue pareciendo un adolescente siempre preparado para impresionar a su cita.
Piquet, ahora en Fórmula E, habla primero sobre diferencias y similitudes entre esa categoría y la F-1: “No tiene comparación, es una categoría diferente son coches eléctricos, no hay apenas ruido, pero tiene otras cosas interesantes”.
El hijo de Nelson Piquet va más allá, también ve muy distinta esta F-1 de aquella en la que compitió en 2009: “Son como deportes diferentes”. Después llegó el Singapurgate, aquella carrera en la que se chocó a propósito para beneficiar a Alonso, según sus propias palabras. Sobre eso no quiere hablar, pero sí acerca de que el asturiano pueda consiguir un tercer título: “Creo que es el mejor piloto que hay, pero está en el final de su carrera”. ¿Entonces? “Si no tienes un coche que pueda ganar no hay nada que hacer, me pasó a mí que el año pasado fui campeón, pero este año no estoy delante”. ¿Y sobre este año, Mercedes, Ferrari, Red Bull? “No sé, yo no soy experto en Fórmula 1”. En fin…