El británico Andy Murray se reencontró al fin con su mejor tenis en Roland Garros y, tras haber superado las dos primeras rondas en cinco sets, se clasificó este viernes para octavos en tres mangas frente al veterano croata Ivo Karlovic, al que derrotó por 6-1, 6-4 y 7-6 (3), en una hora y 56 minutos.
La segunda raqueta del mundo recuperó de esta forma parte del crédito que se había dejado en su debut frente al checo Radek Stepanek, procedente de la fase previa, y en el siguiente contra el francés Mathias Bourgue, invitado por los organizadores.
Considerado uno de los mejores restadores del circuito, el escocés convirtió en inservible el potente servicio de Karlovic, el quinto hombre más veterano que alcanzaba la tercera ronda de París a sus 37 años, y el más viejo en hacerlo desde Jimmy Connors en 1991.
Fue una nueva ración de veteranía para Murray, que contra Stepanek ya probó el amargo sabor de medirse a la experiencia. Aunque Karlovic lo hizo con armas diferentes y el escocés se vio más cómodo para contrarrestarlas.