Carlos Sainz conquistó Beirut. El madrileño de 21 años deleitó a los miles de aficionados que asistieron a la exhibición en la capital del Líbano. Al volante del RB7, Sainz realizó los trompos y aceleraciones propias de estos roadshows por las calles de la ciudad el principal puerto marítimo del país, como colofón al festival internacional de Beirut, un evento anual de tres días en el que los grandes protagonistas son los deportes de motor, la música y exposiciones y exhibiciones locales.
El piloto de Toro Rosso, que ya había participado anteriormente en eventos similares en México y Perú, llevó a la exhibición a personalidades del país que subieron fotos del español en sus redes sociales. Además de pilotar el Red Bull de Fórmula 1, Sainz se subió a un deportivo enfundado en la bandera nacional del país, acto que agradeció el público presente que recibió entusiasmado al español.
«Las exhibiciones son muy divertidas porque la atmósfera es mucho más relajada que la de un gran premio. Siempre es divertido pilotar un F-1 sintiendo a los aficionados tan cerca y además me encanta descubrir un nuevo país y una nueva cultura», explicado Sainz que esta semana volverá a ‘su trabajo’ en el GP de Mónaco.