Incapaz de quitarse la frustración de encima, así se encuentra, todavía, Ricciardo casi una semana después del GP de España. Un resultado que le sigue escociendo porque tuvo la victoria al alcance y al final cayó en manos de Verstappen, que no dejó ni un sólo foco para el australiano en Red Bull. «El resultado de la carrera fue frustrante. ¿Es fácil de seguir adelante? No diría que lo fuera. ¿Pero puedo seguir adelante? Absolutamente», asegura Daniel en ‘ESPN’.
A Ricciardo no le cuesta reconocer que se pelea con el domingo de Barcelona cada vez que se va a la cama: «Han pasado unos días desde la carrera y todavía me despierto con ella en mi mente. Cuando me voy a la cama no pienso en ella, pero sí cuando me despierto. Me llevará un poco de tiempo. Creo que se trata más de que en las últimas tres carreras no hemos conseguido el resultado que merecíamos, y creo que siempre había algo mejor para mí. Es como ‘¡oh, vamos!’, pero así son las carreras».
Tiene una lucha interna de la que no ha conseguido aclararse. Por un lado está feliz porque la escudería energética ha sido capaz de volver a ganar, pero por otro está triste porque no ha sido él el que los ha llevado al triunfo: «Una parte de mí está feliz de que el equipo esté ganando de nuevo, todos están supermotivados y la confianza es alta. Eso es positivo, pero desde un lado personal fue muy frustrante. Es un deporte de equipo, pero también es individual, y es difícil gestionar ese equilibrio».
Sin embargo, no le va a faltar motivación para recuperarse. Verstappen es un fuera de serie y a Ricciardo le gustan los retos: «Max es un piloto serio y una motivación muy buena para mí. Cuando me uní a Red Bull y me enfrenté a Vettel quería desafiar a los mejores y ahora Max es un nuevo reto para mí. En cierto modo, es bueno el éxito que está teniendo, porque si logro ganarle sólo será bueno para mí», asegura. Próximo asalto Mónaco, donde llegará el nuevo motor Renault. Sólo uno. ¿Para quién será?