Lleva 26 años protegido por los brazos de la estrella más brillante de la Fórmula 1 y no piensa contar el resto de sus días en el Mundial lejos de ella. La historia de Hamilton sin Mercedes no sería la misma. Con un motor firmado por su nombre ganó su primer título y el equipo de Brackley le está permitiendo llenar su recámara de oro. No podría estar más agradecido a ellos, por eso les jura lealtad eterna y asegura no sentirse tentado por ocupar algún día un asiento en Ferrari.
La más que probable salida de Raikkonen al finalizar la temporada dejará un hueco en la Scuderia, pero eso a Lewis le da igual. «Cuando crecí viendo la F1 y vi el coche rojo, era impresionante. Un Ferrari, ya sea un turismo o un F1, es impresionante. Hay algo muy especial con la pasión italiana por ese equipo, pero he estado con Mercedes desde que tenía 13 años y, sinceramente, no miro a Sebastian en el Ferrari y pienso ‘maldición quiero su asiento», asegura el inglés en ‘Sky Sports F1’.
Sólo tiene ojos para Mercedes y sus joyas sobre ruedas. Apostó por ellos tomándole por loco y ahora que tiene entre sus manos el volante más codiciado del automovilismo no piensa soltarlo ni un segundo. Son una dupla que ya forma parte de la historia: «Miro a mi equipo, las flechas de plata, y creo que soy una parte de esta historia, que voy a estar mucho más allá de mi tiempo y quiero seguir siendo parte de ella. Cuando deje las carreras, todavía quiero ser parte de ella».
Cuando el recorrido de Hamilton en la F1 llegue a su fin quiere formar parte del grupo de leyendas de la marca alemana, para algo es el que más títulos les ha dado. «Lo que me gusta de Mercedes es que cuando ves a Sir Stirling Moss y a los pilotos veteranos, siguen siendo de Mercedes, estás con la marca de por vida. Te llevan bajo su ala, te cuidan, eres parte de ella para siempre. No me puedo imaginar a mí mismo no ser parte de eso». Hamilton y Mercedes, una historia que continúa, para desgracia de muchos.