El accidente que sufrieron Rosberg y Hamilton en Barcelona no sólo les dejó a los dos fuera de carrera y a Mercedes sin sumar ningún punto. También ha dejado sin descansar a todo el personal de la fábrica que trabaja a contrarreloj para que los dos monoplazas estén listos para correr en Mónaco. Así explica todo el proceso Rob Thomas, jefe de operaciones de la escudería alemana: «Afortunadamente este tipo de incidentes son muy raros para nosotros, pero cuando suceden tenemos un proceso muy largo. Cuando trajeron los coches al garaje se hizo un análisis exhaustivo y hablamos muchas veces por teléfono y desde el circuito nos dieron una lista de piezas que se encontraban en cuarentena. Nuestra prioridad es asegurarnos de que el coche será seguro, así que esa lista recoge todas las partes que podrían estar dañadas. En la lista en ese momento había más de 1.000 o 1.200 piezas que nos devolvieron entre dañadas, para revisar o que necesitaban algún tipo de arreglo», afirma Thomas a ‘Autosport‘.
Una vez que esas piezas llegan a la fábrica comienza el complicado proceso de estudiar los daños de cada una: «Muchas de esas piezas, por ejemplo de los alerones, irán al departamento de pruebas donde se comprobará si tienen integridad estructural. Otras muchas irán a ensayos no destructivos, serán revisadas para confirmar si tienen grietas o bien serán inspeccionadas para comprar el alcance de los daños. Tras estos análisis hubo algunas piezas que podremos usar de nuevo, pero la mayoría de ellas tenían demasiados daños».
Por supuesto el principal fin de todo este trabajo es la seguridad de los pilotos. Y para ello tiene que existir una gran coordinación entres las distintas áreas. Sobre todo teniendo en cuenta que hasta que no estén listas las piezas no pueden comenzar la reconstrucción de los coches (será el viernes, sólo tres días antes de salir hacia Mónaco): «El trabajo entre todos los departamentos que realizan cada una de estas tareas es transparente y existe una comunicación constante entre ellos. Todo es cuestión de compromiso y de tomar decisiones rápidamente», finaliza Thomas.