SANTO DOMINGO. Caminar por la acera Este de la calle José Amado Soler, esquina Agustín Lara en el sector Serrallés del Distrito Nacional es exponerse a caer en dos hoyos que durante años existe en esa intersección.
Los agujeros cuadrados sólo tienen un pedazo de madera casi podrida que lo cubre, y que no evitaría la ocurrencia de un accidente peatonal.
El problema es viejo, y aunque las autoridades del cabildo del Distrito Nacional, Obras Públicas y la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo tienen conocimiento del mismo, sigue sin resolver.
Un empleado privado que trabaja como vigilante de unos de los edificios cercanos, y que no quiso identificarse, explicó que en varias ocasiones han tropezado personas con el pedazo de madera.
“Todavía no se ha caído nadie ahí, porque le pusimos esa tablita, pero si yo he visto los tropezones de mucha gente que anda por aquí como vendedores y limpiabotas”, dijo.
Al preguntarle si el caso ha sido reportado, el denunciante dijo que él mismo ha llamado a la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) y al Ayuntamiento, pero que le toman el reporte con la promesa de que van “y nunca llegan”.
Aparte del peligro de fracturarse una pierna u otra extremidad, está el peligro de las aguas del drenaje pluvial que se acumulan en el hoyo.
Al quitar el pedazo de madera en uno de los hoyos, sale un enjambre de mosquitos que rápidamente se propaga por el lugar. También desechos plásticos y tierra tiene el agujero en su interior.
Aunque el agua no tiene mal olor, se nota que lleva mucho tiempo apozada por las marcas en la estructura que sirve de imbornal para controlar las aguas pluviales que corren por los contenes cuando llueve.