Fernando Alonso y Carlos Sainz, los dos pilotos españoles de la F-1, mantienen una excelente relación. Una amistad gestada en la admiración del madrileño que ha alcanzado su sueño con su ídolo como espejo al que mirarse. Y cercano, muy cercano siempre. Ahora, el piloto de Toro Rosso está en una reducida élite compartida con el bicampeón ahora en McLaren. A ambos les gustan las redes asociales y su cercanía, casi directa, con los aficionados por lo que es habitual verles subiendo fotos, colgando vídeos o contestando tuits.
Hoy, ambos, junto al representante de Sainz, Borja Ortiz, y algún amigo más están compartiendo un día de aficiones deportivas en tierras asturianas. Una ruta en bicicleta y los karts son el menú ideal para dos pilotos que adoran el deporte. En el horizonte ya aparece el GP de Mónaco y los dos querrán dar lo mejor de sí mismos en el Principado. Alonso para intentar acercar ese McLaren Honda a posiciones de privilegio y Sainz para continuar demostrando su talento al volante del Toro Rosso que le llevó, por ejemplo, a firmar un excelente sexto lugar en la carrera de casa.