Entre fina llovizna en el Foro Itálico, el reducto de los mármoles mussolinianos, y a 19 grados escasos, Rafa Nadal se impuso a Philipp Kohlschreiber por 6-3 y 6-3, lo que le proporciona una cita hoy en octavos de final (hacia las 15:30 horas) nada menos que con Nick Kyrgios (actual número 20 del mundo), con el que Nadal no se cruza desde que Kyrgios le apeara en los octavos de Wimbledon, en 2014. Durante los 90 minutos de juego a cara de perro sobre el Campo Centrale. El ‘drive’ pesado de Nadal mantuvo al pobre ‘Kolli’ en vilo y en suspensión: literalmente.
Una buena producción de cruzados y paralelos con el revés de Rafa remató una faena… que no pudo evitar el afilado revés a una mano con el que Kohlschreiber hace florituras como de esgrima. Nadal conectó 21 golpes ganadores (por 19 del rival), de los que consiguió seis en subidas a la red: 6/9. Además, Rafa (14 errores no forzados) limitó a Kohlschreiber a solo ocho puntos con segundos saques (8/22, 36%).
Bajo predicciones de lluvias más fuertes en Roma, el choque de hoy de Nadal con Kyrgios puede subir bastante puntos de intensidad desde este de Kohlschreiber: pero, si Rafa lo supera, igual lo de Kyrgios puede ser un juego de niños comparado con lo que esperaría en la jornada de cuartos del viernes, una prueba de acero casi con toda seguridad ante… Novak Djokovic.
Lo que ya resulta inevitable para Nadal es que, si quiere atrapar la cuarta plaza del mundo (hoy, en poder de Stan Wawrinka), antes de ir a Roland Garros, no tendrá otra opción que la de alzar este título en el Foro Itálico, sin que el suizo llegue a la final. La victoria de Wawrinka ante Benoit Paire (5-7, 6-2. 6-1) invalida la posibilidad de que Nadal pudiera fiormar ese cuarto puesto por el mero hecho de ser finalista.