SANTO DOMINGO. Las autoridades estadounidenses dieron a conocer recientemente el caso de un dominicano que ha sido deportado al menos cuatro veces y lo volvieron a arrestar en febrero pasado en Delaware.
Una de las entradas ilegales a los Estados Unidos que hizo el hombre, identificado como Richard Díaz-García, fue como polizón en un barco, un mecanismo que se suma a la lista de modos de ingreso ilegal de criollos al país norteamericano.
En enero de 2016 dos dominicanos fueron detenidos en Puerto Rico cuando fueron encontrados escondidos en contenedores que llegaron a la isla por mar procedentes de nuestro país.
José Ricardo Taveras, extitular de la Dirección General de Migración, indica a Diario Libre que los viajes en yola hacia Puerto Rico se mantienen como punteros entre las modalidades de entrada ilegal a territorio estadounidense. Solo en 2015, la Armada de República Dominicana reportó que fueron apresados 760 criollos por esta causa.
Taveras destaca el auge de la alteración de las huellas digitales para suplantar la identidad como otra modalidad por vigilar.
“Está muy de moda que se hagan operaciones para cambiarse las huellas y cambiar el pasaporte para tener una identidad biométrica diferente”, dice el exfuncionario.
Las cirugías para reemplazar las huellas dactilares son un mecanismo usado en distintos países y aprovechadas también por delincuentes y narcotraficantes. En 2011, un doctor dominicano fue sentenciado a prisión en Boston por su oferta de alterar mediante cirugía las huellas digitales de inmigrantes ilegales.