La clase de la rumana Simona Halep («un talento excepcional», repite Ion Tiriac, propietario del evento madrileño a través de Madrid Trophy), le deparó su primer título del Madrid Open, y también el primero en 2016. Con el claro éxito sobre Dominika Cibulkova (6-2, 6-4 en 80 minutos), Halep alza el título en la Caja Mágica y con los 1.000 puntos de la corona en este ‘Premier Mandatory’ brinca en el ranking mundial del WTA Tour desde el séptimo puesto hasta el quinto, ya muy cerca de Garbiñe Muguruza: cuarta. Por delante de esta final, en el partido definitivo de dobles, la pareja francesa de Caroline Garcia-Kristina Mladenovic sorprendió con doble 6-4 al dúo Martina Hingis-Sania Mirza, dominadoras despóticas del Tour femenino mundial en dobles.
En la noche del viernes, Simona Halep, hoy nueva campeona, repartía cervezas en la Sala de Prensa. En la atardecida sabatina, con el techo cerrado en el Estadio Manolo Santana tras el chaparrón de las 18:00 horas, Halep gobernó con pegada cristalina y mano de seda -en puño de hierro- las carreras y resistencia de Cibulkova. Tras el cese del técnico belga Wim Fissette, Tiriac ha ejercido de asesor de Halep fuera de las pistas. Y Adidas envió a Simona su habitual ‘técnico de jugadores’ de la firma de las tres bandas: el australiano Darren Cahill, afincado en EE UU. ‘
Cibulkova había vencido en tres de cuatro cruces anteriores con Halep… pero la rumana, la perla que Tiriac cultiva, se había impuesto en 2012, en su único duelo en tierra de batida. Siempre con el viento de cola y castigando con limpieza el segundo servicio de Cibulkova (solo siete puntos ganados con segundos saques, 7/12, 58%, por 72% de la rumana), Halep despegó con alas de fuego y sentenció el título con su tercer saque directo (dos de ellos en el último juego). Cibulkova cometió más del doble de errores no forzados que Halep (23-10) y la nueva campeona también controló el marcador en golpes ganadores: 20-18. En unos pocos segundos, Halep, ya nueva campeona de Madrid, se hallaba tableteando mensajes en su ‘Smartphone’ desde la silla de pista. Nadia Comaneci, el mito de la gimnasia rumana, le entregó el trofeo de campeona: «En el día más feliz de mi vida», según la propia Halep. Después llegarían más cervezas…