Djokovic es un 'alien' y ya suma 29 títulos Masters 1.000

El de Madrid es ya el título Masters’ número 29 para el monarca supremo del tenis mundial: Novak Djokovic, que tras 126 minutos derrotó a Andy Murray por 6-2, 3-6 y 6-3 en la novena final de Masters 1000 entre ambos: es 6-3 para Djokovic. Convertido en un ‘Alien’, perturbadora máquina o rodillo, una ‘Mission: Impossible’ para el resto del circuito, Novak Djokovic deshace, con su segunda corona en la Caja Mágica (primera, en 2011) el empate a 28 títulos que le igualaba con Rafa Nadal. También, el serbio (33-2 en 2016, única derrota en juego ante el checo Vesely) domina 12 de los 13 últimos duelos con Murray y extiende a 4-0 su gobierno ante el escocés en tierra batida. Djokovic ya acumula 64 títulos ATP, en empate con Sampras y Borg. Nadal tiene 69, y Federer 88. 

Antes, Rojer-Tecau, grandes favoritos y campeones del Masters y Wimbledon 2015, sellaron el título de dobles ante Bopanna-Mergea, campeones de 2015 en Madrid: 6-4 y 7-6 (5). Por la derrota, que le cuesta la pérdida de 400 puntos ATP, Murray cede ante Federer el número dos del mundo. Murray y Federer empatan a 7.525 puntos, empate que se rompe por la puntuación en Grand Slams, Masters 1000 y ATP Finals (6.180-6.120).

Con el techo descubierto, en decisión ‘in extremis’ a 12 grados y 94% de humedad, la pista se sentía con toda la pesadez pastosa de la humedad del día. En siete minutos, Djokovic ya mandaba por 2-0 y no paraba de mover a Murray con secos trallazos generados por la rotación de cintura y caderas, en asombrosas hiperextensiones de los apoyos. El serbio se desliza con los maléolos. Todo junto, Djokovic genera energía dinámica por via de energía dinámica. Opera como una ballesta, un fleje con flexibilidad heredada de su madre, Dijana, gimnasta de competición en la antigua Yugoslavia. Siempre a la busca de innovaciones en alimentación, régimen dietético, juego, estrategias, preparación física, entrenadores, ‘fitness’, etc, Djokovic se ha redimensionado y agigantado. ‘The Djoker’ toma el centro de la pista casi desde el primer golpe. Y en peloteo hacia el revés cruzado, nadie tiene una solución ante los ‘lásers’ de revés que relampaguean desde el costado del número uno. El revés de Djokovic te atropella hacia las vallas. El 6-2 inicial llegó con Murray corriendo casi dos metros más por cada punto (1,6) y un total de 74 metros más en ese primer set.

Pero el que se redimensionó en el segundo set fue Murray, con servicios como cohetes (194 km/h de media para los primeros, por 182 de Djokovic)… y una inopinada rotura en el cuarto juego que le llevó hasta el muelle del 5-2 con ‘aces’ a 214 y 211 km/h. Murray conectó cuatro saques directos en este segundo set, que cerró con 6-3 a favor, cuando ya viajaba con siete ‘aces’ en la cuenta total del partido. Caía la temperatura… y se incendiaba el turbulento ánimo de Djokovic.

Furioso de motivación y emulación (14/17 puntos en la red, 25 tiros ganadores por 22 de Murray), Novak Djokovic salió de las cuerdas con ‘break’ de salida en el set final: 2-0. Pero Murray, moviéndose en los segundos saques de Novak, contragolpeó en el tercer con juego a través de sendas dobles faltas del número uno: 2-1, 2-2… solo para que Djokovic volviera a ser ‘Mission: Impossible’. Estable y determinado, Novak respondió a Murray con tres juegos seguidos: de 2-2 a 5-2. Ahí, en diálogos con el árbitro, Lahyani, Murray mostraba, a la vez, deportividad e inferioridad mental ante Djokovic: «No bajes para aquí» (tras un revés paralelo y ganador de Djokovic)… «no le amonestes por perder tiempo en el saque, porque yo no estaba preparado».

Ya en diez saques directos, Andy (con 70% de primeros servicios en pista y solo 7/22 puntos ganados con segundos), abrió a Djokovic el primer punto de partido en 5-2 para Novak. El saque rescató a Murray: pero fue por última vez. El último juego del torneo duró 13 minutos. Y valió toda la final: Murray no aprovechó siete bolas de rotura (2/10 en total, por 4/6 para Djokovic) y ‘The Djoker’ logró sentenciar al tercer ‘match point’. ‘Mission: Impossible’. Djokovic, claro.

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