Betania Vila es una santiaguera preocupada por la ciudad y sus moradores. Ella no solo se conforma con ver un problema cualquiera sino que se pone en movimiento, llama, reporta y no está tranquila hasta que no se resuelva.
Y lo mejor -y quizás lo más importante de su gesto- es que aplica la frase bíblica de que “lo que hagas tu mano derecha, que no lo sepa la izquierda”.
No es de la que anda buscando protagonismo, publicitando ni mucho menos pregonando “a los cuatro vientos” lo que hace, pese a que trabaja en un medio de comunicación influyente – justamente en LA INFORMACION- aunque en el área administrativa.
Betania me sorprendió en estos días a propósito de la publicación de mi parte -primero en las redes sociales y posteriormente en Eco de la Comunidad de este diario- de una nota, la cual acompañaba de una foto, sobre un Medidor del acueducto que tenía un escape de agua.
Por Facebook se comunicó conmigo buscando más detalles y diciéndome que lo reportaría –bonita labor ciudadana- a la Corporación del Acueducto y Alcantarillado (CORAASAN) conjuntamente con otros pedidos.
La iniciativa nuestra, y la de ella, tuvo sus frutos enseguida ya que el problema fue corregido “más rápido que inmediatamente” después de varias semanas que nadie le hacía caso.
El robo de tapas de imbornales!
El pasado miércoles en la tarde estuve de visita por el periódico y -por coincidencia- Betania estaba en el patio. Al alcanzar a verme, de inmediato se me acercó. Me preguntó si el problema del Medidor había sido resuelto y le respondí que sí.
Ahora, me dijo, hay que luchar para que se le ponga atención a los incesantes robos de tapas de los imbornales. Y, ciertamente, este es un problema para preocupar a todas y a todos, a autoridades y a ciudadanos comunes, es decir gobernantes y gobernados.
No sé si sería por coincidencia, pero justamente en la edición del jueves de este diario -bajo la firma del “tocayo”, el inquieto redactor Félix Parra- leía una nota relacionada con este problema.
Los robos de estas tapas, en realidad, no son nuevos. Hace tiempo que los desaprensivos están en sus acciones delictivas, y no hay forma de que “los metan en cintura”.
Es que será tan difícil detectar a los elementos que se dedican a esto?, me pregunto. Hay tantas metaleras en Santiago que no se pueda averiguar quienes compran estas tapas?, es otra de las interrogantes que me hago, y que también se hace Betania y, de seguro, otras muchas personas.
O será que –para actuar- las autoridades están a la espera que ocurra una desgracia, que alguien se caiga en una fosa de esas que dejan abiertas tras el robo de la tapa y se quiebre sus piernas o pierda hasta la vida? No lo dudo, porque en este país siempre se acostumbra a poner candado después del robo.
Lamentablemente!
Betania tiene la solución!
La amiga Betania tiene una fórmula que resolvería la situación: colocar tapas de fibras de vidrios en los imbornales. Yo también creo que esa sería una buena solución.
Otra preocupación de esta buena samaritana santiaguera -y de otros muchos incluyéndome- es la sustracción de cables del alumbrado público. Las autoridades deben ponerse más vigilantes y tratar de frenar las actuaciones de los pillos, “piperitos” en su mayoría, para evitar una desgracia que, después, todos estaríamos lamentando.
Por lo demás, felicito a esta amiga por su encomiable labor que -aunque la realiza calladamente- es de alto beneficio para la ciudad.
Hay que agradecerle a Betania que – sin recibir nada en absoluto a cambio- dedique tiempo a prevenir problemas y a que se corrijan otros. Así, en verdad, se hace patria! Felicidades y bendiciones!
Seguimos en combate!