Con 4-1 para el cañonero Sam Querrey, solo faltaba en la Caja Mágica la voz celestial de Edith Piaf en ‘Tu es partout’, entre las orugas de los carros blindados en las ruinas y trincheras de Ramelle. Como en esa escena de ‘Salvar al Soldado Ryan’ donde el Capitán Miller y sus ‘rangers’ se ven sitiados en la ratonera de una trinchera destrozada… Rafael Nadal se veía perdiendo 1-4, estaba a solo un punto de verse 1-5 y había aceptado seis ‘aces’ o bombas directas de Querrey, que a esas alturas solo había cedido un punto al servicio: una doble falta.
Pero, de un modo poco explicable, a 15 grados y con el techo del Estadio Manolo Santana abierto tras una lluvia fina (mantenerlo cerrado cuesta una auténtica barbaridad, decenas de miles de euros)… Nadal, por resiliencia y contumacia, escapó de la fosa que hubiera sido un 1-5, llegó hasta 2-4, quebró el siguiente turno de servicio de Querrey, (1,98 de altura, 35 aces en las dos rondas iniciales) y ahí hizo cortocircuito la fragilidad mental del gigante californiano. Al fin, y tras 69 minutos de acción trepidante, Nadal emergió de las ruinas de la torre que es Querrey con un tanteo de 6-4 y 6-2 que le deposita en cuartos de final ante el portugués Joao Sousa, vencedor de Jack Sock y que se entrena a menudo con el propio Nadal: será a las 16:00 horas (Teledeporte) de este mismo viernes.
Con ese 4-1 de salida a su favor, Querrey volaba con alas de fuego: literalmente.’Sam I Am’ (‘Sam Yo Soy’) había disparado tiros ganadores en juego hasta a 169 km/h. Pero lo siguiente fue que en solo 38 minutos, Nadal dominaba el primer set por 6-4, en parcial de 5-0 favorable, y pese a ceder ante Querrey por 4-17 en golpes ganadores. También, el estadounidense (ya navegaba en 16 errores no forzados. Y Toni Nadal lo enjuiciaba así en TDP: «Empezamos muy mal, con Querrey muy agresivo y Rafa un poco dubitativo. Hemos tenido mucha suerte, muy cerca del segundo ‘break’. De milagro hemos ganado el primer set. Con su saque, Rafa permitía a Querrey jugarse las bolas».
El parcial de 5-0 brincó hasta 7-0 tras los dos juegos iniciales del segundo set. Querrey (que conoce la tierra batida) parecía derretido, pero vació el resto de su arsenal pesado y extrajo de la trinchera un segundo ‘break’: 2-2. Pero, de vuelta ‘Sam I Am’ falló una dejada en su siguiente turno de servicio… y ya no volvería a ganar un juego en Madrid. Nadal ante Sousa. Y al fondo se perfila la conocida silueta de una amenaza llamada Djokovic…