El argentino Juan Martín del Potro aseguró que la victoria de hoy ante el austríaco Dominic Thiem en el torneo de tenis de Madrid le demuestra que con mucho sacrificio tal vez pueda recuperar su mejor nivel.
«Hoy me emocioné mucho, no esperaba este triunfo», confesó Del Potro en rueda de prensa después de romper a llorar en la pista tras batir a Thiem por 7-6 (7-5) y 6-3 en la primera ronda de Madrid.
«Es un partido especial y me marca que con mucho sacrificio y trabajo tal vez en el futuro pueda volver a pertenecer a este grupo de jugadores y estar en estos torneos más seguidos», añadió el sudamericano.
Ex número cuatro del ranking y campeón del Abierto de Estados Unidos en 2009, Del Potro no ganaba a un jugador de ranking tan alto -Thiem es el número 14- desde que venció a Richard Gasquet (número nueve) en el Masters de Londres 2013.
El argentino se sometió después a varias operaciones de muñeca y en febrero de 2016 reapareció tras casi un año de baja. Actualmente está en el puesto 274 del ranking.
«Mi realidad es completamente diferente a cuando venía casi de favorito aquí. Ahora ganar un partido es una gran sorpresa y un gran mérito para mí. Así lo siento y así lo vivo y por eso estoy tan contento ahora», dijo «Delpo», que cuando fue preguntado por la última vez que lloró de alegría respondió: «Con Boca Juniors capaz. Hace mucho tiempo».
«Para mí estar en una competición así ya es un logro», dijo sobre el hecho de jugar un Masters 1000. «Y si a ello le puedo sumar una victoria es mucho más lindo y emocionante, por eso a veces me cuesta también manejarlo».
«Pero hoy la alegría y la emoción es por algo lindo y algo bueno que está pasando en mi vida. No he llorado por tener que abandonar o por molestias en mi muñeca«, rescató.
«Manejar la emoción es difícil porque enfrentaba al mejor rival desde mi vuelta. Sabía lo bien que él estaba jugando, sé cuáles son mis condiciones hoy en día y lo mucho que me falta para estar como yo quiero estar. Sé todo lo duro que he atravesado en estos dos últimos años», indicó. «Estoy más cerca cada día, pero aún muy lejos de mi mejor nivel».
El británico Andy Murray, defensor del título, y el canadiense Milos Raonic también llegaron a octavos en una jornada en la que el español Fernando Verdasco quedó eliminado por el francés Richard Gasquet.
Murray se encontró con Radek Stepanek y el checo se dejó la piel en la pista (7-6, 3-6 y 6-1). Venía de la fase previa y el lunes, con 37 años, se había convertido en el jugador en mayor edad en ganar un partido en un Masters 1.000 después de Jimmy Connors en Miami en 1992, cuando el estadounidense contaba 39 años y seis meses.