Todas las esperanzas de tener una lucha por el campeonato disputada estaban puestas en ellos, y con razón. No hay ningún otro equipo capaz de hacer sombra a Mercedes este año además de Ferrari, pero han pasado cuatro carreras y aún ni les han inquietado. Un comienzo de temporada que no entraba en los planes del equipo de Maranello ni en su arriesgada estrategia para dar caza a la pieza más valiosa y que tiene decepcionados a los que están al mando de la Scuderia.
«Estaba acostumbrado a ver una Ferrari con Michael Schumacher, por lo que me rompe el alma ver a Ferrari estar sufriendo tanto». Así se siente un Sergio Marchionne que no pudo ocultar su decepción con lo que llevamos de 2016 en la presentación del Fiat Tipo en Italia según recoge la prensa del país transalpino. Por eso, pone unos deberes muy exigentes a sus pupilos. «Tenemos que cerrar la brecha a la velocidad de la luz», exige el presidente de la formación del Cavallino Rampante.
El mandatario italiano exige porque cree. A pesar de que una mezcla a partes iguales de falta de fiabilidad e infortunio, unida a una velocidad que todavía no está a la altura de la del W07 de Mercedes, han hecho que ni Vettel ni Raikkonen cumplan el objetivo de impedir la victoria de su rival alemán, Marchionne sabe que hay tiempo para remontar: «El domingo fue un mal día y todavía hay mucho trabajo por hacer, pero tengo toda la confianza en el equipo y vamos a tener éxito».
Tampoco le falta fe a su mano derecha en el trono de Maranello, Maurizio Arrivabene. Es más, quizá sea hasta un poco desmedida viendo lo que dijo tras la carrera de Rusia: «No renunciamos al campeonato. El equipo no se dará por vencido y vamos a poner toda nuestra energía en las próximas 17 carreras. Si ganamos 12, ellos (por Mercedes) pueden ganar otras cinco y podemos luchar. Esto no ha terminado». Ganar el 70% de lo que queda. ¿Es eso mirar demasiado alto? Estando Mercedes de por medio…