Con todo lo que ha costado que los cuatro motoristas de la Fórmula 1 se pusieran de acuerdo sobre la normativa que se introducirá el próximo año y ahora llega Ecclestone para que se les atragante la copa de champán con la que lo estaban celebrando… Y es que a Bernie le da igual que hayan acordado hacer los propulsores más ruidosos, menos costosos y más accesibles para el resto de equipos, que si no consiguen su principal cometido, igualar el rendimiento, acabará con ellos.
O los coches se nivelan con esta fórmula o buscarán otra que lo haga. Así lo asegura el británico, como siempre sin reparos, en ‘Motorsport’: «No me importa qué dirección se haya tomado, no hay ninguna diferencia para nosotros. La única cosa que queremos es que los motores sean iguales. Vamos a esperar y ver, si no es así romperemos con todo y empezaremos de nuevo con otro conjunto de normas en las que los motores fueran más fáciles».
Al otrora dictador de la F1, puesto de poder que le gustaría tener de nuevo, nunca le ha gustado esta era híbrida que se estrenó en 2014 con el dominio inapelable de Mercedes que todavía dura. «Los motores atmosféricos que teníamos antes eran más o menos iguales, todos habían alcanzado el máximo. Sólo fue cuestión de insertar algunas cosas híbridas que funcionaban y ahí es donde comenzó el problema», dice Bernie, que no hubiera dado el salto de los V8 a los V6 Turbo.
Aunque Horner temiera que volviera a atacar con él de nuevo, Mr. E descarta de una vez por todas la búsqueda de un motor independiente: «Sería bueno, pero nadie construiría un motor con estas reglas. Estarías fuera del negocio antes de empezar». Y cree que si Red Bull hubiera conseguido un motor competitivo nada de esto habría pasado: «No habríamos tenido ningún problema tratando de cambiar nada si Mercedes o Ferrari les hubieran suministrado». Aquí tienen, su ración diaria de Bernie.