Con fiebre y tosiendo más o menos estrepitosamente, Carla Suárez Navarro se plantó en la tercera ronda del Madrid Open al batir por 6-3 y 6-2 a la alemana Sabine Lisicki en solo 75 minutos, «Me he levantado muy mal y he pasado una noche muy mala, en otro torneo quizá no hubiese entrado en la pista, pero aquí había que sufrir», relató Suárez, cuyo entrenador, Xavi Budó Bartumeu, valoró el estado de la jugadora grancanaria «como a un 20%».
«Estamos con muy poca fuerza. En su lenguaje corporal se nota que Carla lo está pasando realmente mal y esto habla mucho de su compromiso con el tenis«, agregó Budó en TVE, poco antes de que Suárez cerrara el partido con 14 golpes ganadores (Lisicki, 24), pero con solo 16 errores no forzados, por 37 de la germana de Troisdorf, finalista de Wimbledon en 2013. Lisicki (actual número 50 del WTA Tour) se ha entrenado mucho, en tiempos, a las órdenes de Martina Hingis. Tras el fallo de Muguruza ante Begu, en la noche del martes, Suárez resiste como la única tenista española en el cuadro femenino individual de la Caja Mágica.
Con la bola flotando casi más que nunca en el Estadio Manolo Santana, al aire claro del barrio de San Fermín y a 25 grados, Budó Bartumeu pedía a Suárez que jugara «con curvas». Las angulaciones de Suárez desarbolaron y descentraron la pegada de Lisicki, que ya en el primer set incurrió en 18 errores no forzados.
En tercera ronda, Carla Suárez se las verá con la australiana Samantha Stosur (número 23 del WTA Tour. Suárez y Stosus (campeona del US Open en 2011) empatan a tres en sus cruces hasta hoy, aunque la española ganó la única vez que se midieron sobre tierra batida: en 2013, precisamente en este torneo de Madrid.