Hace un año deslumbró en Barcelona con un quinto puesto en calificación. Y allí, en el circuito que mejor conoce, es donde Carlos Sainz pretende regresar al camino del éxito. “Empezar de cero después de cuatro carreras en las que nos ha pasado todo lo que nos podría pasar, a ver si empezamos un campeonato nuevo con carreras más limpias”, eso es lo que espera el madrileño del próximo gran premio, en España.
Y es que en Rusia tampoco fue. Volvieron a pasar cosas. Muchas. “Nos ha vuelto a pasar de todo. Estoy disgustado porque el coche tenía ritmo todo el fin de semana. He hecho una buena salida, me he puesto octavo durante la primera curva, pero luego hemos perdido potencia en el motor durante tres o cuatro vueltas”, declaraba Sainz al terminar la carrera.
Primero el motor fallaba. ¿Por qué?: “Se nos ha enganchado una pieza de un Red Bull en la parte trasera del coche y hemos ido todo el primer stint con eso enganchado y sin carga aerodinámica. He tenido que parar demasiado pronto para quitar esa parte, hemos perdido tiempo y a partir de ahí la carrera ya ha estado comprometida. Con blandos desde la vuelta dos e intentando llegar hasta el final como podíamos, pero ya sabíamos que la carrera estaba comprometida”.
Y después, cuando ya estaba en puestos de puntos, la estrategia con 41 vueltas con los mismos neumáticos provocó que le pasara Button, pero antes de todo eso diez segundos de penalización y dos puntos en el carnet. ¿Qué pasó ahí? “No tengo ni idea. No he visto a Palmer a mi derecha, no sabía qué hacía ahí pasándome por fuera cuando no hay sitio para pasarme. No he visto nunca en mi vida una penalización de diez segundos por esta maniobra”, explicaba. Pues esta es la primera vez. Excusas, dirá alguno. Realidades. Que llegue una carrera limpia. Ya. Barcelona. España.