Por Luís Céspedes Peña
La campaña mantenida por algunos de los principales partidos políticos relacionados con los supuestos cambios introducidos por la Junta Central Electoral (JCE), para las votaciones de este 15 de Mayo, que no es cierto, parece como un adelanto a sus derrotas en las urnas.
Los votantes usarán las mismas tres boletas que en las últimas elecciones se les entregó a cada votante, en las cuales el elector marca en el cuadrito al candidato de su simpatía. La JCE dice que en la boleta A, estarán los candidatos presidenciales.
Si usted simpatiza por Danilo Medina, que es el candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el elector marcará la casilla número 2, entre otras.
Si la simpatía es por Luís Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el elector marcará la casilla número 15 u otras, y si es por Guillermo Moreno, de Alianza País, se votará por la número 26.
En la boleta para los legisladores, el elector, si quiere, marcará la casilla del diputado de su preferencia y la del senador. Si sólo tú marcas la cara de un diputado, ese mismo voto le vale al senador, porque lo arrastra.
En la boleta municipal, el elector sólo va a votar por la cara del candidato a la Alcaldía de su simpatía. Cerradas las votaciones, comienza el conteo de votos. Terminado ese último proceso, cada delegado recibirá una copia de la votación de ese centro. El delegado, como es normal, llevará esos resultados al centro de cómputos de su partido, donde los técnicos procesarán los mismos, pero desde que reciben el documento, saben quién ganó en ese lugar.
Conozco de un centro de cómputos que tiene decenas de computadoras. Lo único que la JCE hizo fue cambiar que en vez de enviar los datos finales a través de un fax (escaneados), será por vía de un correo electrónico especial. Recuerden que cada acta de mesa electoral, es firmada por las autoridades y los delegados de los partidos políticos acreditados en la JCE.
Si hay un partido político que dice, en un caso hipotético, que en el acta que se le entregó a su delegado en un determinado centro de votación, los números no coinciden, la JCE lo que hace es convocar a todos los representantes legales de esa mesa, para comparar si alguien falsificó los datos o ciertamente hay coincidencias con los resultados finales.
Los que dirigirán las votaciones, son los mismos que organizaron los anteriores procesos electorales reconocidos en el mundo por la seriedad de sus integrantes. ¡Es la misma Junta Central Electoral que dirige Roberto Rosario! ¡Es la misma JCE que creó un modelo que hoy es usado por otros países de la región por su confiabilidad!
Pensamos que la desconfianza que quieren dar a entender algunos dirigentes políticos sobre el trabajo de la JCE, es como un preaviso a su derrota electoral. Ni son aceptables algunas quejas que hizo hace poco el PLD en contra de la JCE y menos las del lado del candidato presidencial por el PRM, Luís Abinader, u otros opositores.
Las denuncias hechas por algunos representantes de la oposición política, adelantando un fraude electoral a favor de Danilo Medina, es la peor aportación que éstos pueden hacerles a sus candidatos, debido a que el país tiene un electorado que sabe valorar cuando se le está mintiendo o no.
Si usted comienza a decir que si Medina gana las elecciones es porque la JCE hizo un fraude, el elector que seguía a un candidato de la oposición pierde su emoción electoral, porque sabe que lo que se está haciendo es un anuncio adelantándose a la derrota.
Vivimos en un país donde los fraudes electorales pasaron a formar parte de la historia. La diferencia que hay es que, erróneamente, Luís Abinader y muchos de sus seguidores, se crearon falsas expectativas de ganar unas elecciones contando con una facción de una gorganización política que se dividió dos facciones. En los comicios pasados, Medina le ganó al PRD unido y fuerzas aliadas.
Si en esas condiciones Abinader ganara las elecciones, sería la primera vez que eso ocurra en mundo democrático. Ganarle unas elecciones a un Comité Político como el que tiene el PLD, con tantos estrategas, comenzando por el ex Presidente Leonel Fernández y el propio jefe de Estado, Danilo Medina, sería el acontecimiento más extraordinario de Iberoamérica.
Si Luís pierde los comicios, hay que considerarlo como un gran ganador. ¡Llegó a donde casi nadie lo imaginaba! Y si gana, no hay ninguna duda de que gobernará por más de cuatro años, si lo hace bien.
A esos dos señores se les agregan Lidio Cadet, Euclides Gutiérrez, Ramón Ventura Camejo, Reinaldo Pared Pérez, José Ramón Fadul, Margarita Cedeño, Rafael Alburquerque, Alejandrina Germán y Francisco Javier García, para sólo citar a algunos de los integrantes de esa terrible maquinaria política.
Y si a ese destructor equipo se le agrega el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, ¿Qué puede esperar la oposición que no sea la derrota?
Hoy, la situación electoral de la República Dominicana parece que está claramente definida. El PRM, no sabemos por qué, dejó ir a uno de los principales estrategas políticos del país, como lo es el caso el ingeniero Héctor Guzmán.
¡Así, difícilmente se gane unas elecciones que aparentan estar para un lado!