El piloto español de Fórmula 1 Carlos Sainz (Toro Rosso) ha querido dejar atrás el aparatoso accidente que sufrió la pasada campaña en Sochi, escenario de la próxima carrera del Mundial este fin de semana, a causa de una rotura en los frenos de su monoplaza, alegando que tiene «muchas ganas» de resarcirse.
«Todo el mundo me llamará loco, pero no tengo ninguna sensación sobre ello. Lo que sí tengo son muchas ganas de resarcirme de mi carrera del año pasado. Hice una de mis mejores carreras, pero se me rompieron los frenos. A pesar del accidente, tuve un buen fin de semana. Las sensaciones son buenas y tengo un buen ‘feeling’ para este fin de semana», explicó, en busca de completar un gran fin de semana en la tercera edición de este GP de Rusia.
Además, Sainz acogió con alegría la mejora en las protecciones de la curva 13 en Sochi. «Bienvenido sea, la FIA no para de trabajar en pos de la seguridad y seguro que ahora funcionan mejor las protecciones y eso ayuda», comentó, acerca del mismo lugar donde sufrió el «mayor accidente» de su carrera, como señaló a principios de semana.
Después del noveno puesto cosechado en la anterior cita en China, Sainz manifestó su convicción en que el planteamiento realizado fue el correcto y destacó la importancia de la degradación de los neumáticos esta temporada a la hora de afrontar el compromiso del circuito de Sochi.
«No haría las cosas distintas a como las hice en China, simplemente tuvimos una situación de carrera que nos condicionó un poco. Toca aprender de ello e ir a por la carrera de Rusia. Habrá menos paradas, menos degradación. Quizá una carrera no tan divertida como las tres anteriores, pero aun así hay que salir a por todas e intentar acabar en los puntos, como siempre», indicó.
«Seguro que todo el mundo intenta ir a una parada, porque el año pasado se pudo hacer fácilmente, pero este año ha habido más degradación en todos los Grandes Premios a los que hemos ido, así que quizá no sea tan fácil como parece. Hace un poco más de frío, pero la temperatura del asfalto es la misma que en 2015, eso es lo que importa. No debería afectar mucho a la degradación», resaltó Carlos Sainz, descartando todo ápice de relajación que pueda aparecer.
En la última carrera antes de hacer de anfitrión en el Circuit de Catalunya, el piloto se quitó la ansiedad de puntuar a toda costa para subir puestos en la clasificación general y se centró en dar lo mejor de sí en cada salida a la pista. «El año es largo, todavía tenemos 17 carreras por delante, que es casi una temporada completa. Hay que tomarlo carrera a carrera. Por supuesto, un buen resultado me encantaría antes de mi carrera de casa, aunque si no llegara iría al GP de España con la misma motivación, desde luego», dijo.
En último lugar, el joven corredor recibió con entusiasmo a John Booth, nuevo director de competición de Toro Rosso. «Bienvenido, John. Alguien de su experiencia en el equipo seguro que nos hace un poquito mejores. Estoy convencido de que inicialmente será una cuestión de adaptación, ver cómo trabaja el equipo. Desde ahí, nos dará algunos trucos y direcciones que seguro que nos ayudarán», declaró.