Brindaron con vodka por la alegría de ver a un compatriota conseguir el tercer podio para su país en la Fórmula 1 después de que Daniil Kvyat volviera a acabar entre los tres primeros en China, como hizo en Hungría 2015 (el primero lo consiguió Vitaly Petrov en Australia 2011), y ahora engalanan Sochi para recibir al Mundial. Pero estas no son las dos últimas ni únicas noticias que celebran en Rusia. Y es que la semana de su gran premio viene cargada: podrán ver a Sergei Sirotkin en los L1 y han comprado el circuito más legendario de Alemania, Nurburgring.
Empezamos por el piloto. El tercer clasificado de la pasada campaña de GP2 es el nuevo reserva del equipo Renault y sustituirá a Kevin Magnussen para disputar los primeros entrenamientos libres del viernes, algo que ya hizo en 2015 con Sauber también ante su afición. «Es una gran oportunidad para mí, aunque todo haya pasado tan rápido. Todavía no puedo creerlo. Es el momento para el que todos los pilotos jóvenes están trabajando y estoy decidido a aprender tanto como pueda», declara entusiasmado.
Y seguimos por el circuito. Nurburgring, la pista que ha acogido 40 pruebas de F1 y que lleva sin hacerlo desde 2013, ha pasado a manos del multimillonario Viktor Kharitonin. Según ‘Forbes’, el co-fundador de la principal empresa farmacéutica de Rusia (Pharmstandard) pasa de tener el 80% de las acciones al 99, sumando 38 millones de euros a una inversión que sube a 77 millones. Ecclestone descartó que el Mundial volviera allí en 2017, pero Kharitonin intentará hacerle cambiar de opinión. Como ven, Rusia acapara la F1 en su semana de gran premio.