SANTO DOMINGO. Félix Sánchez, el atleta dominicano con los honores más altos de la historia, anunció este martes su retiro de la pista. El 30 de agosto cumple 39 años.
El especialista en los 400 metros con vallas hizo el anunció desde su hogar en Los Ángeles en vídeo conferencia que fue presentada en la sede del Comité Olímpico Dominicano (COD) a través del servicio Skype. Luisín Mejía, titular del COD, y Gerardo Suero Correa, presidente de la Federación Dominicana de Asociaciones de Atletismo, sirvieron de anfitriones.
Bajo llantos, el vallista puso en balance su hijo y agradeció a su familia por comprender el sacrificio de ser un atleta profesional.
“Mi mayor orgullo es que el Estadio Olímpico lleve mi nombre”, dijo. Trabajará durante los Juegos como comentarista de la cadena ESPN. El atleta estuvo acompañado de quien fuera su representante en la mayor parte de su carrera, el cubanoamericano Tony Campbell.
“Uno de los momentos más importantes fue cuando competí por mi país. Fue algo muy especial para mí. Otro es una carrera tan larga y exitosa. Uno de los corredores que ha terminado en su carrera”, dijo quien terminara 11 veces entre los 10 mejores del planeta.
Habló de la posibilidad de hacer un club con los mejores corredores con el fin de llevarlo a un nivel mundial como él. “Eso sería un sueño. Hay mucho talento allá”, dijo.
Nacido en Nueva York en 1977 de una pareja dominicana, Sánchez creció en San Diego, California, junto a su abuela materna y sobresalió en la escuela secundaria por su gran velocidad. Tras una sobresaliente carrera a nivel universitario con los Trojans de California del Sur (NCAA) en 1998 se acercó a las autoridades dominicanas a través de Manuel Mota y al año siguiente comenzó a representar al país en los Juegos Panamericanos de Winnipeg donde llegó en cuarto lugar (48.60).
En los Juegos Olímpicos de Sydney llegó hasta las semifinales (49.69) y al año siguiente logró la primera medalla quisqueyana en un Campeonato del Mundo (Edmonton, Canadá con 47.49), metal que repetiría en la edición de 2003 en París (47.25).
Fue la imagen del país en los Panamericanos de Santo Domingo 2003 al llevarse la presea aurífera y al año siguiente dio al país su primera medalla dorada en unas Olimpíadas (Atenas, 2004 con 47.63). Tras confrontar ocho años de lesiones que limitaron su carrera sorprendió al mundo en 2012 cuando pudo alzarse con el metal dorado en los Juegos Olímpicos de Londres (47.63).