Vayan por la calle de cualquier ciudad del mundo y pregunten a cualquier persona. Al azar. ¿Qué es lo que más le gusta de la Fórmula 1? Seguramente les dirá que los adelantamientos. Pues bien, en pleno debate sobre el futuro de este deporte del que tan mal se habla y del que tan bien queda hablar mal, incluso desde dentro de sus propia estructuras, esos mismos que engordan cada año su cuenta corriente como si tuvieran una fábrica de hacer monedas.
En pleno debate les decía, resulta que esta temporada crece, y de qué manera, el mayor espectáculo de la F-1: los adelantamientos. Y es que la subida es del 219% con respecto al pasado año con un total de 220 en las tres primeras carreras y con la de China, con 128 como la mayor de siempre por delante de Turquía 2011 cuando hubo 126, hablamos de carreras en seco.
Hay que tener en cuenta que la pasada temporada las tres primeras carreras fueron en circuitos diferentes: Australia, Malaisia y China, pero ya la siguiente fue en Bahrein, por lo que la comparativa entre estos tres circuitos de 2015 y 2016 es perfectamente valida. Hay varias razones que explican este fenómeno, la primera y más importante es el cambio en los neumáticos.
Ahora Pirelli da una opción más, son tres tipos diferentes de compuestos por los dos de temporada pasadas y eso provoca que muchas veces veamos pasadas fáciles entre pilotos debido a que uno lleva los medios y el otro los blandos o superblandos por ejemplo. Es algo que también nos lleva a otro debate, ¿es mejor esta F1 de mil adelantamientos o aquella de San Marino 2005 en la que Schumacher no pudo adelantar a Alonso, pero la batalla fue épica? Eso ya… es otra historia.