Atracan a la encargada de prensa de la Conferencia del Episcopado y la PUCMM

SANTO DOMINGO. Fue atracada a punta de pistola la encargada de prensa de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Sugeiry Micher Sandoval García.

Según un nota de prensa enviada por el Episcopado, a Sandoval García le sustrajeron su cartera con todos sus documentos. También fue despojada de su celular, dinero, memorias (USB), llaves y otras pertenencias de valor.

Sandoval García relata que el pasado martes 26 de abril, alrededor de las 6:30 de la tarde, al regresar a su hogar, dos hombres en una motocicleta la interceptaron y que cuando intentó huir, la amenazaron con una pistola y le exigieron que entregara la cartera.

El hecho ocurrió en el sector Alma Rosa I, Santo Domingo Este, calle Octavio Mejía Ricart, entre la avenida San Vicente de Paúl y la calle 13.

Precisó que después de estacionar su vehículo, caminó aproximadamente 200 metros y ya próximo a su casa, vio dos hombres en una motocicleta con aspecto sospechoso, situación que la motivó a correr y entrar a la parte frontal del hogar de sus suegros, pero no pudo ingresar porque estaba cerrada. Dice que en ese instante uno de los atracadores se desmontó de la motocicleta y la amenazó con pistola en mano, exigiéndole que le entregara la cartera.

“Es un sentimiento de impotencia y profunda tristeza, no solo por lo material que te roban, es la fragilidad del sistema, la vulnerabilidad en la que nos encontramos nosotros los ciudadanos, prácticamente indefensos ante esta ola de delincuencia, que no es percepción, sino una triste y cruda realidad”, expresó.

Solicitó encarecidamente al jefe de la Policía hacer cuanto pueda para recuperar sus pertenencias y proveer de mayor vigilancia a dicho sector para que otras personas no pasen por esta amarga y traumática experiencia.

Son varias las denuncias expresadas en los últimos meses desde Alma Rosa I, motivadas en hechos con características similares, por lo que los moradores exigen mayor vigilancia y respuesta efectiva ante lo que llaman “azote de la delincuencia”.

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