Una negligencia, una mala decisión o, incluso, la pura malicia pueden provocar una catástrofe con miles de muertos, según demuestran los ejemplos que repasamos a continuación.
Fuente

Una negligencia, una mala decisión o, incluso, la pura malicia pueden provocar una catástrofe con miles de muertos, según demuestran los ejemplos que repasamos a continuación.
Fuente