Force India no pasa un buen momento dentro del asfalto, sólo suman seis puntos del séptimo puesto que alcanzó Nico Hulkenberg en el estreno del Mundial en Australia, ni tampoco fuera de él. Y es que los problemas legales que tiene su propietario, Vijay Mallya, han alcanzado un nuevo nivel. El indio tiene deudas pendientes con su gobierno por valor de unos 1.250 millones de euros debido a la quiebra de su compañía aérea Kingfisher y pesa una orden de arresto sobre él desde la semana pasada.
En el momento en que pise la India será para entrar en prisión, por eso, está recluido en el Reino Unido desde marzo (se cree que en el norte de Londres) y el gobierno indio ha pedido al británico su deportación. «Tenemos suficientes indicios de que en efecto está en el Reino Unido. Hemos escrito al ministerio de asuntos exteriores británico para que nos ayude con la deportación de Mallya ya que el proceso implicaría el uso de los canales diplomáticos», asegura un portavoz del mismo a ‘AFP’.
Como consecuencia, Vijay no ha podido acompañar a su equipo en ninguna de las tres carreras disputadas hasta el momento y tendrá imposible hacerlo ahora que le han suspendido su pasaporte. La deuda antes mencionada no es la única causa por la que se le persigue, también hay que sumar otros 60 millones en créditos para adquirir propiedades fuera de la India, según informó ‘Reuters’. Una situación que puede dar con Mallya en la cárcel, donde ya está su socio Subrata Roy.