Boris Becker, entrenador de Novak Djokovic desde diciembre de 2013, concede quince minutos a AS, en uno de los salones del hotel Adlon de Berlín con motivo de los Laureus. La conversación gira, por supuesto, en torno a Rafa Nadal.
-Es inevitable preguntarle por Nadal. 259 después volvió a ganar un título, en Montecarlo. ¿Cree que Rafa está de vuelta definitivamente?
-En primer lugar, estoy muy feliz por él y le felicito. Me gusta que vuelva a ganar. Respeto mucho a Rafa y por supuesto nunca dije que se hubiese ido. Creo que Rafa ha tenido problemas en los dos últimos años por algunas razones. Pero la tierra siempre es distinta para Rafa. Este triunfo en Montecarlo es muy importante para él en la búsqueda de volver a estar en lo más alto y de intentar volver a ganar Roland Garros.
-¿Cuál es la clave de esta recuperación?
-Una principal. Rafa ama el juego, el tenis, competir, este estilo de vida. Si no tienes eso no puedes volver arriba. Es el primer paso y para eso él es uno de los mejores.
-Djokovic tiene un sueño que es ganar Roland Garros…
-Tiene muchos sueños.
-Pero el principal es París, el grande que le queda. ¿Le preocupa que este renacimiento de Nadal vuelva a frustrarle?
-Para mí cuando Rafa juega en París siempre es favorito. Ha ganado nueve veces, ¡nueve veces! Veremos, quedan semanas y tenemos que ver los emparejamientos y el sorteo. Habrá que estar atentos a la evolución de Rafa pero como he dicho no es una sorpresa para mí su victoria en Montecarlo.
-Aunque vaya en contra de su pupilo, ¿ve a Nadal a tiempo de volver a ser número uno algún día o eso ya está lejos?
-Si somos realistas, el número uno está muy lejos de él. Es cierto que Novak ha perdido en primera ronda en Montecarlo pero mira sus resultados. Su consistencia es alucinante. Nadal debe jugar su mejor tenis hasta noviembre y luego ver su cuenta de resultados. Pero, una vez más, esperábamos este regreso de Nadal, le esperamos bien en la tierra batida y es el favorito para Roland Garros.
-Usted entrena a Novak Djokovic desde diciembre de 2013. Durante su crisis, se debatió acerca sobre la conveniencia de que Nadal cambiase de entrenador ya que siempre ha estado con su tío Toni. Usted, ex número uno y ahora entrenador conoce bien cómo se piensa como jugador y entrenador. ¿Hubiese cambiado?
-Esa es una decisión muy personal de Rafa. Todos conocemos la relación especial de Rafa con Toni. Es muy cercana. Desayunan, comen y cenan juntos. Rafa es un hombre de familia, confía en su familia. Y si la decisión de Rafa ha sido seguir con Toni es que era lo mejor para él, no importa lo que diga yo.
-¿Y cómo es su relación con Djokovic, estrictamente profesional?
-No, cuando tú entrenas a un tenista tienes que entrar dentro de él. Por eso, Novak me dejó entrar en su vida. Estar en su boda, conocer a su familia, a su mujer, a sus hermanos. Porque luego, cuando llega el momento de la presión en la que él puede necesitarme, tengo que comprender y leer que hay dentro de esa mente. Eso sólo se consigue si conoces al Djokovic completo.
¿Cómo diría que es Djokovic?
-Un chico estupendo. No hay nada oculto en él. Es un deportista que ama entrenarse, competir y ganar. Estoy feliz de estar con él.
-¿Es esta realmente la época dorada del tenis o lo fue la suya en la que recogió a Connors, McEnroe y los enlazó con los suecos y Agassi, Sampras…
-Difícil de decir, difícil de comparar. Creo que Roger, Rafa y Novak son leyendas, han hecho trascender el tenis y convertirlo en uno de los deportes más populares del mundo. Nosotros, Connors, Sampras, los suecos, pudimos poner el terreno pero lo que han hecho estos tenistas es increíble.
-La última. ¿Un mensaje para Nadal?
-Una vez más, te felicito pero… ¡no lo hagas tan bien! (risas)
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