Mucho. Falta mucho aún. Y eso que ya empiezan a escucharse las voces de los soñadores hablando de podios lejanos para un coche que aún es incapaz de puntuar si no es con el viento de cara. Medio segundo. Eso pide Fernando Alonso para volver a luchar de verdad. Porque aún no está ahí, ni mucho menos. Ya vimos como pasaban al asturiano en las rectas de Shanghai. Y en las curvas. Y en todas partes. Sin que el piloto con más prestigio de la parrilla fuera capaz de hacer nada más que seguir el rebufo e intentar un adelantamiento imposible de vuelta. Así están las cosas. Todavía.
Y es que a McLaren Honda le falta, al menos, medio segundo de mejora para poder estar ahí. Es precisamente ese tiempo, y quizá algo más, el que ha encontrado Red Bull. Y por eso lograron un podio con Daniil Kvyat en China, que pudo haberlos sido, incluso en la segunda plaza, para Daniel Ricciardo de no haber pinchado el piloto australiano al principio de la carrera.
Así lo reconoce el propio piloto asturiano: “Las próximas tres o cuatro carreras son cruciales para nosotros, porque tenemos que dar el último paso para ponernos entre los siete u ocho mejores coches en la parrilla. Necesitamos conseguir ese último paso, ese medio segundo, siete décimas finales, que nos van a poner más adelante”. Y es cierto. ¿Pero cómo lo van a conseguir?
Pueden preguntar en Red Bull. Porque los chicos de la bebida energética han conseguido un coche que está aproximadamente siete décimas más veloz que el McLaren Honda y lo han hecho con una unidad de potencia similar a la japonesa, de Renault, pero con el nombre de Tag Heuer y menor apoyo de la casa madre.