SANTO DOMINGO. La versión expuesta a investigadores de la Policía Nacional por el hombre que en la madrugada del pasado domingo estranguló a su hija de 12 años en el sector Los Mina, en el municipio Santo Domingo Este, de que habría descubierto que la adolescente estaba embarazada ha causado conjeturas en torno al fatal desenlace que fue develado ayer con la entrega del agresor a las autoridades.
A pesar del hermético silencio que han guardado los parientes de Esther Gabriela Castillo Diloné, quien de acuerdo con la confesión de su victimario, Luis Miguel Fernández Castillo, de 39 años, la habría estrangulado alrededor de las 1:00 a.m. del domingo, en la residencia que ambos compartían no ocultan su indignación por el hecho.
Al asistir la tarde de ayer a la sede del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) que funciona en el cementerio Cristo Redentor, donde le era practicada la autopsia al cadáver de la adolescente rechazaban ofrecer informaciones acerca de su parentesco con la víctima o el agresor, en sus rostros se observaba consternación y tristeza.
No valió la insistencia de periodistas para que expusieran sus impresiones de las razones que habrían motivado a Fernández Castillo a cometer el desgarrador suceso, no obstante no niegan ni afirman la versión de que Castillo Diloné estuviera en estado de gestación, y que ese habría sido el detonante del hecho de sangre.
“No queremos cámaras. No sabemos nada” fueron las escasas palabras que pronunciaron los alegados allegados los protagonistas del nefasto acontecimiento.
Con esa negativa a brindar información al respecto quedan muchas preguntas pendientes de respuestas que permitan establecer las reales circunstancias que llevaron a un padre que residía solo con su hija a llegar al punto de quitarle la vida y permanecer con el cuerpo más de dos días.
Al entrar a los detalles revelados por el vocero de la Policía Nacional, Máximo Báez Aybar se devela que Fernández Castillo habría perdido el control tras una discusión con la menor en la que se destacan dos aspectos.
De acuerdo con Báez Aybar el detenido, quien fue conducido a la Fiscalía del Distrito Nacional, afirma que en medio de una discusión con Esther, luego que esta llegara a la residencia de ambos, ella le propinó una bofetada, ante el reclamo de la hora a la que había regresado a la casa y el alegado estado de embarazo en que esta se encontraba; situación que le provocó la pérdida del control de sus emociones, dando paso al estrangulamiento, según contó.
“Ella me comentó el viernes que una amiga estaba embarazada, pero yo descubrí que era ella, y le reclamé”, relata un fragmento de la declaración del imputado, reproducida verbalmente por Máximo Báez Aybar.
Mientras que vecinos del apartamento donde residían el hombre y la menor dicen que tenían poco trato con éstos, pero los percibían como personas tranquilas.
Afirman que no percibieron la ausencia de la joven el vecindario durante los últimos días.