O aceptan sus condiciones o se marchan. Así de tajantes y de hartos están en Pirelli de esperar a que la FIA se decida. Según cuenta ‘Motorsport’, el suministrador italiano escribió al organismo internacional a comienzos de mes para decirles que se apremiaran en aceptar los 25 días de pruebas que quieren para crear los nuevos neumáticos de 2017, unos completamente diferentes, y el límite que les pusieron acaba esta misma tarde. Por tanto, se vive una situación límite que debe resolver urgentemente la Comisión de la Fórmula 1.
Y es que Pirelli está dispuesta a renunciar al contrato que le ganó a Michelin por hacer las ruedas de la F1 hasta 2020, como cuenta su director Paul Hembery: «Cuando aterrice después del límite, si no tengo un mail confirmando que se aprueba o algo más positivo, entonces me llamarán para una historia diferente… Eso es todo. No podemos hacer nuestro trabajo sin esto. No podemos entregarlo. Se nos pide hacer cambios muy significativos para cambiar el manejo de los neumáticos».
«Además del desafío térmico que se nos ha dado desde el principio está cambiando, por lo que ahora tenemos que suministrar neumáticos que tengan menos degradación y desgaste. Y han de ser compuestos que permitan a los pilotos tener una ventana más amplia de oportunidades para empujar. Por lo que es un cambio grande y el tiempo se está acabando. Estamos a mediados de abril…», avisa el mandatario de la firma italiana, que quiere empezar a probar sus gomas a partir de julio.
En eso quedaron en China, y en hacerlo con cinco equipos, aunque falta confirmarlo. Lo último que quiere es tener los problemas que, por ejemplo, está atravesando Michelin en MotoGP: «Ves otras categorías donde la gente ha entrado en el deporte y están teniendo problemas. La solución que tenemos es buena, pero se está tardando demasiado». «Otros pueden aceptar el desafío. Hay muchas otras cosas que hacer en la vida», concluye Hembery. Charlie Whiting intentó calmar la situación con un viaje a Milán, pero no parece que lo consiguiera…