CRD pide JCE lograr pacto electoral pro el desarrollo, la paz y la transparencia

ANIBAL GARCIASAN   FRANCISCO DE MACORIS.– El Consejo Regional de Desarrollo (CRD), pidió a la JCE aprovechar el presente proceso electoral, para lograr un gran pacto entre los candidatos presidenciales y los diferentes partidos políticos, pro la consolidación del desarrollo y la paz, así como,  de la transparencia que deben regirse  los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Asimismo, el organismo de desarrollo quien tiene en sus principales ejecutivos a Monseñor Jesús María Moya de Jesús, a la magistrada Guillermina Marizàn Santana y a los empresarios José Aníbal García  y Williams de Jesús, sugiere, que como una muestra fehaciente  de la madurez alcanzada por nuestros liderazgos políticos, que  el pacto recoja  un estricto respeto a la institucionalidad y convivencia electoral.

Indica,  que la transparencia y respecto electoral, es vital para que el  país pueda mejorar la calidad del sistema político, además, para promover un desarrollo que garantice el crecimiento económico, la seguridad ciudadana y una efectiva cohesión social.

El CRD,  manifiesta, que al ser los  partidos políticos  garantes de la democracia, responsables de la paz social y la gobernabilidad, es esencial, que ellos y sus estructuras  dirigenciales, cumplan en su mayor plenitud, los retos que les impone la sociedad dominicana, para el establecimiento de  entornos sociales, que faciliten propulsar con eficiencia  el desarrollo socioeconómico y el  sociopolítico.

Resalta,  que  en los últimos 50 años nuestra democracia ha superado muchas pruebas, y el efecto,  el liderazgo político actual, le corresponde promover una campaña electoral basada en principios democráticos,  el orden  y el respeto mutuo, sobre todo, por ser los partidos los garantes de la formación cívica  que  debemos dotarnos,  para asumir los retos  que nos impone  la sociedad mundial.

Finalmente el CRD,  hizo un llamado a los candidatos y sus partidos, para que su propuestas programáticas sean aireadas, haciendo que sus debates y propuestas respondan a las necesidades y expectativas de los electores, al efecto, actuar en un marco de respeto a la dignidad humana,  excluyendo  las diatribas y las difamaciones, que solo sirven para ser fuentes de violencias verbales y  físicas.