No ha podido con él en lo que llevamos de 2016 y en China, uno de sus circuitos predilectos, tendrá difícil hacerlo. El duelo entre Hamilton y Rosberg en Shanghái se ha visto condicionado incluso antes de que los monoplazas comiencen a rodar. Lewis partirá con desventaja el domingo al recibir una penalización de cinco posiciones en la parrilla por verse obligado a cambiar la caja de cambios.
Según ha confirmado el propio equipo alemán, «la caja de cambios se dañó en Bahrein y requirió una inspección física para hacer una evaluación completa». No concretan si la avería detectada en el W07 tras la pasada carrera de Sakhir se debió al golpe que recibió el tricampeón británico en la salida del gran premio por parte del Williams de Valtteri Bottas, pero es de suponer.
Con esa caja de cambios, Lewis pudo acabar la carrera, aunque con un ritmo casi un segundo más lento que en condiciones normales. Por eso, en Mercedes han preferido evitar riesgos. Confían en el que su piloto se recupere y ascienda a las posiciones de podio: «Una vez hecho esto, la decisión que se ha tomado ha sido cambiar la caja de cambios más que tomar riesgos más adelante. Si hay alguien que puede recuperarse es él». De eso no hay duda.