El serbio Novak Djokovic quitó hoy drama a su derrota ante el checo Jiri Vesely en su debut en el torneo de tenis de Montecarlo y aseguró que el resultado demuestra que no existen jugadores invencibles.
«Esta es una prueba de que nadie es imbatible», dijo el número uno del mundo después de perder por 6-4, 2-6 y 6-4 en su primer partido sobre arcilla de la temporada.
Hasta hoy, Djokovic sólo había sufrido una derrota en 2016 y fue cuando abandonó en febrero en los cuartos de Dubai por una infección en el ojo ante el español Feliciano López. Aparte de ese contratiempo, el balcánico había ganado los títulos de Doha, Australia, Indian Wells y Miami y llegaba lanzado a la temporada de polvo de ladrillo.
«El hecho de perder un partido es algo que ha pasado muchas veces en mi carrera. No es la primera vez. Pero no es fácil aceptar la derrota cuando acabas de salir de la pista», indicó el serbio, con un balance de 28 victorias y dos derrotas en 2016.
«Pero debo felicitar a mi rival. Jugó muy sólido y sacó muy bien», dijo Djokovic sobre Vesely, el número 55 del ranking. El checo, de 22 años, había perdido hasta hoy sus ocho partidos ante jugadores del «top ten».
«Ha jugado bien tácticamente y agresivo. Hay pocas cosas positivas que puedo tomar del partido de hoy. Jugué realmente mal», analizó Djokovic.