Tiempo y reposo. Eso es lo que necesita una costilla rota para recuperarse. Y eso es lo que ha tenido Fernando Alonso, menos de lo necesario en ambos casos. Porque tener a un personaje de estas características en el sillón de casa viendo la tele es misión imposible. El asturiano ha viajado a China después de unos días con sus dos fisios, Edo Bendinelli y Fabrizio Borra haciendo en Italia un plan específico de recuperación para esta listo en la carrera de Shanghai. Y estará…salvo imprevisto.
Porque es cierto que Fernando aún tiene la novena costilla rota, no ha dado tiempo a que se cure totalmente, pero también es verdad que lo tiene mucho mejor que en Bahrain y que confía plenamente en que los médicos de la FIA no pongan problema para que esté en la carrera. Otra cosa sería, ahora sí, una total sorpresa para un piloto asturiano que ya está en Shanghai y con la firme intención de disputar la carrera.
Por otra parte el neumotorax que le aquejaba y que en Bahrein estaba recién curado, aún muy justo, ahora sí está plenamente recuperado. Y ese fue el gran riesgo que corría el asturiano ya que, como contamos en AS, esa era la causa principal por la que no disputó el gran premio de Bahrain. Recordemos que era el segundo gran premio que Alonso se perdía en su vida deportiva después del inaugural de Australia del pasado año.
Alonso está con mucha ilusión y muchas ganas de correr en un circuito en el que ha ganado dos veces, con Renault y Ferrari, y en el que espera callar algunas bocas después de su ausencia en el anterior gran premio. El astur llevará la unidad de potencia de Honda que estrenó Vandoorne en Bahrain y por su parte, su compañero Jenson Button podría estrenar un nuevo motor de combustión.