En un deporte de mitos, Michael Schumacher es la leyenda con mejores estadísticas. Los números le proclaman como el mejor piloto de la historia de los 66 años de Mundial de F-1. Siete títulos, 91 victorias, 68 poles, 77 vueltas rápidas, 155 podios, 1.566 puntos, 5.111 vueltas en cabeza, 16.825 vueltas recorridas, 19 temporadas, 307 grandes premios… Mareantes. Y, sin duda, la pista de Shanghai que acoge el GP de China este próximo fin de semana ocupa un lugar especial en la cabeza del Kaiser que, lamentablemente, ahora no se sabe si recuerda tantos y tantos éxitos que logró en el automovilismo. Un accidente de esquí le mantiene con serios problemas de salud y está gravemente afectado a nivel cerebral y cognitivo.
De las increíble cantidad de 91 triunfos parciales, el último de todos ellos lo consiguió precisamente en China. Fue el 1 de octubre de 2006 y le acompañaron en el podio Fernando Alonso y Giancarlo
Fisichella, por entonces la pareja de pilotos de Renault. El heptacampeón alemán tenía entonces 37 años y esa temporada luchó a brazo partido por el título con el asturiano, que finalmente logró el piloto
español. Pocos pensaban que Schumacher se retiraría al final del Mundial… para regresar con Mercedes en 2010. Un auténtico animal de carreras que seguro será recordado por los entregados aficionados chinos cuando se cumplirán diez temporadas del último triunfo en la pista de Michael. Ojalá gané su última carrera, la que devuelva una calidad de vida que le permita disfrutar de su familia y de todo lo que dio a los seguidores de la Fórmula 1.