Desde su llegada a la novena el año previo, el criollo le ha dado motivos a Cincinnati para volver a soñar
Cuando los Rojos de Cincinnati anunciaron ayer a través de la red social Twitter que Eugenio Suárez había conectado cuadrangular, su cuarto de la temporada, entre la gama de respuestas de los aficionados resaltaban los “nos gusta”, “vamos Rojos”, “fírmenlo a una extensión de contrato” y hasta uno llegó a asociarlo con las famosas letras “MVP”.
En pocas palabras, Suárez está llenando de esperanza nuevamente a una fanaticada roja que ha visto a su equipo registrar balances negativos en las últimas dos campañas.
“Creo que desde ya es alguien especial”, le comentó el mánager Bryan Price al WCPO Insider tras el juego del pasado sábado, en el que el oriundo de Puerto Ordaz también se fue para la calle y remolcó tres rayitas. “No solo por su ofensiva, sino porque este muchacho ha tenido que hacer la transición del campocorto a la tercera base y se ha visto muy bien. Luce como un defensor dinámico y apenas está aprendiendo la posición. Estoy entusiasmado por lo que va a poder conseguir”, añadió.
Suárez, quien llegó a los Rojos proveniente de los Tigres en diciembre de 2014, apenas tenía tres duelos de experiencia en las mayores como antesalista antes del inicio de esta zafra. Este año, tras el cambio de Todd Frazier a los Medias Blancas, el venezolano recibió la asignación de jugar a diario allí y la tomó sin titubeos.
“Estoy cómodo”, indicó Suárez sobre su nueva posición. “Sé que puedo batear en las Grandes Ligas. Mi confianza está ahí. En este momento, mi mente está ahí. Quiero jugar de la forma correcta”.
En 97 desafíos con Cincinnati el año pasado, Suárez ligó para promedio de .280 con 13 jonrones y 48 impulsadas. Y en sus primeros seis cotejos de 2016, el criollo exhibió .435 de average con nueve fletadas y sus cuatro bambinazos.
“Estoy seguro de que él todavía piensa que puede ser un campocorto regular en MLB”, dijo Price. “Pero está jugando extremadamente fuerte y eso es lo que admiro de él”.
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