Marcado en rojo hasta casi traspasar el papel y señalado con cientos de carteles luminosos como el año del cambio. 2017 es el momento elegido para volver a dar otro giro de tuerca más a la Fórmula 1 con el fin de recuperar la magia que siempre la ha caracterizado. Que la emoción y el espectáculo sean las dos banderas que más alto ondeen, y no la de la previsibilidad marcada con la estrella de tres puntas de Mercedes que hemos tenido desde que comenzó la nueva era de motores híbridos.
«Buscamos neumáticos más anchos, un diseño más agresivo y atractivo, y más carga aerodinámica, y tenemos que hacerlo dentro de las capacidades de Pirelli, que nos guía en lo que pueden hacer», así resume Bob Fernley, el director adjunto de Force India, en ‘Sky Sports’ las claves de lo que está por venir, un futuro que todos quieren: «Por lo que sé, todos estamos trabajando para tenerlo a finales de abril. No creo que haya escollos para el coche nuevo porque equipos, FIA y Pirelli estamos cómodos con él». ¿Todos?
No. Hay quien duda de si el camino elegido para la F-1 les llevará al lugar correcto. Así piensa Nico Rosberg: «Estamos tratando de hacer las carreras más emocionantes y me preocupa que sea la dirección equivocada. Sabemos que para ir más rápido necesitamos una mayor carga aerodinámica, que es lo que pretendemos conseguir, pero con ella es más difícil seguir a otros coches. Eso es un hecho. Así que estoy preocupado de que no sea la dirección correcta». Dudas del líder de 2016 que tardarán en resolverse.